En los países occidentales, entre el 25 y el 35% de los enfermos que necesitan tratamientos de diálisis son diabéticos. El porcentaje se eleva hasta el 50% en Estados Unidos. “Un buen número de las personas que desarrollan daños renales es diabético”, sentenciaba ayer Fernando Álvarez-Ude, jefe de Nefrología del Hospital General de Segovia, justificando así que este año, el Día Mundial del Riñón tenga como eslogan ‘Protega sus riñones, controle la diabetes’.
Alcer Segovia, entidad que reúne cerca de un centenar de socios, instalará mañana, 11 de marzo, una mesa informativa en la Avenida Fernández Ladreda para “concienciar” a la población de la conveniencia de controlar la diabetes, entendiendo que esa medida contribuirá a aminorar las enfermedades renales. Pero chequear el riñón no es solo bueno por eso. Habitualmente, las enfermedades renales no presentan síntomas, y “ahora se sabe que, cuando está dañado, hay mayor riesgo cardiovascular”, alertó Álvarez-Ude.
En España hay, aproximadamente 2’2 millones de personas con algún tipo de daño renal. En la mayoría de los casos se puede llevar una vida normal. Un pequeño número (unas 24.000 personas) requiere tratamiento de diálisis.
Por lo que respecta a Segovia, según reveló el doctor Álvarez-Ude, anualmente entran en este ‘tratamiento renal sustitutivo’ entre 13 y 25 pacientes, lo que supone un porcentaje “similar” a la media nacional, que señala que 125 personas cada millón de habitantes deben someterse a diálisis.
A 31 de diciembre de 2009, en Segovia había 50 pacientes de hemodiálisis en el Hospital General y el Centro de Diálisis ‘Los Olmos’, 18 pacientes recibían tratamiento de diálisis peritoneal y 85 habían recibido algún transplante (3 de ellos ese mismo año).
Porcentualmente, el 38% de los enfermos segovianos con daños renales se someten a hemodiálisis, un 12% a diálisis peritoneal y un 50% lograron un transplante.
El doctor Álvarez-Ude insistió ayer en que no todos los pacientes que acuden a sesiones de diálisis pueden recibir un trasplante. Mientras cerca de un 80% no reúnen las condiciones para un transplante —principalmente por edad o la situación de su organismo—, el 20% restante es “candidato”.
A la hora de dar una recomendación para cuidar el riñón, el doctor Álvarez-Ude se escudó en consejos “comunes”, entre los que citó “llevar una vida sana, hacer ejercicio al menos media hora al día, dieta correcta, evitar el sobrepeso y suprimir el tabaco”. Siguiendo estas indicaciones, es muy posible que el riñón permanezca sano.