Otras dos comunidades gobernadas por el PP, Valencia y Murcia, se sumaron ayer a Madrid al iniciar los trámites para declarar los toros Bien de Interés Cultural (BIC), mientras el Gobierno se mostró «más partidario de la libre elección que de la imposición» en el debate sobre la prohibición de la lidia.
En cuanto al Ejecutivo valenciano, argumenta su decisión en el valor que tienen las corridas de toros como seña del pueblo de esta región y para evitar que se utilice «la fiesta nacional como un motivo más de rechazo de lo español».
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, anunció que esta declaración también se hará extensiva a los bous al carrer (festejo de toros en la calle), lo que supone que estas celebraciones quedarán «protegidas».
Casi a la par que la Comunidad Valenciana, la de Murcia anunció su intención de declarar BIC la fiesta nacional, una decisión de la que informó el jueves el Gobierno regional madrileño. «La afición por la tauromaquia tiene en la Región de Murcia uno de sus feudos más consolidados, como ponen cada año de manifiesto los numerosos festejos y encierros que se desarrollan en la Comunidad Autónoma», afirmó la portavoz del Gobierno autonómico, María Pedro Reverte.
Por su parte, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, sostuvo que el Ejecutivo «siempre es más partidario de la libre elección que de la imposición» y que «respeta absolutamente» tanto la tramitación de la iniciativa planteada en el Parlamento de Cataluña para vetar las corridas como las de declarar los toros BIC.
También intervino en el debate el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien dijo que defiende los toros no tanto por motivos culturales, sino por sus implicaciones económicas y de creación de empleo, ya que en su región pastan más de 100 ganaderías de reses bravas. «Si alguien no lo entiende, que vaya a mi pueblo -Olivenza- este fin de semana y compruebe lo que mueve la fiesta de los toros en crecimiento, en riqueza y en mantenimiento del ecosistema de la dehesa».
Para el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, la lidia «es un aliciente turístico interesante» para los extranjeros que visitan España, aunque entiende también que haya opiniones encontradas en torno a este asunto.
Desde el PP, su secretario general en el Congreso, José Luis Ayllón, se mostró inquieto por que el Gobierno catalán esté «ocupado» en que los ciudadanos «pierdan los toros» y no por que su región esté «perdiendo puestos» en sus niveles de renta, empleo y bienestar.
También terció en esta polémica el responsable de CiU, Artur Mas, que argumentó que el debate en Cataluña sobre la prohibición de las corridas de toros es una discusión acerca de la protección de los animales, «no una confrontación» de esta comunidad autónoma «con el resto de España».
