En una vitrina a 21 grados de temperatura y un 45% de humedad controlada en todo momento por el jefe de conservación de la Biblioteca Nacional (BNE), así estará durante 15 días el Códice del Mio Cid en una muestra que permitirá al público poder contemplarlo por primera vez en la historia. La primera gran obra literaria escrita en castellano (siglo XIV) salió de la cámara acorazada de la BNE, donde está desde 1960, con motivo de la exposición ‘Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal’, una muestra ‘histórica y muy emocionante’, según remarcó el ministro de Cultura, José Guirao, durante la visita que realizó ayer.
Y lo es, según sus palabras, porque “casi nadie lo ha visto debido a la azarosa vida que ha tenido”: “realmente impresiona la buena letra del escritor y el estado de conservación pese a los avatares que ha tenido y es una oportunidad única para los amantes de la filología, literatura e historia de España”.
El visitante se encontrará en la antesala del Salón General la única copia conocida de este manuscrito de 74 hojas de pergamino grueso con el poema épico que relata las hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, que vivió en el siglo XI.
Junto a esta joya de la literatura, y también en la misma vitrina, la BNE muestra el cofre de madera y cuero repujado del siglo XIX que mandó a construir el político asturiano Alejandro Pidal y Mon (tío de Menéndez Pidal) tras heredar el códice en 1865. Un cofre que la familia guardó durante décadas en un mueble con forma de castillo (también expuesto).
“El cantar está en nuestro imaginario colectivo, forma parte inherente de la cultura española, no solo porque es el origen de la lengua y la poesía en español sino porque refleja una serie de valores que todavía nos emocionan. Es una figura mítica de un héroe hecho asimismo con afán de superarse es un héroe de nuestra cultura”, destacó Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional de España.
