La Lonja Agropecuaria de Segovia, que se reúne todos los jueves en la sede de la FES, no tendrá hoy presencia física en sus mesas. Así se decidió ayer tras saltar la noticia de la investigación que la Guardia Civil está llevando a cabo a la empresa de pozos y sondeos que gestiona el presidente de la Lonja, Carlos González. Los precios se establecerán una vez oídos a los vocales, que los enviarán de forma telemática, según indicaron miembros de las mesas.
Según informó la Subdelegación del Gobierno de Valladolid, la detención de Carlos González se produjo tras presentar una denuncia un participar el pasado mes de marzo por estafa. El denunciante contrató a la empresa de Carlos González, Aquorbit, para realizar un pozo en una parcela de la comarca de Medina del Campo. Tras firmar el contrato y realizar un pago por adelantado de más de 11.000 euros, el denunciante acudió a la Benemérita al comprobar que los trabajos no eran ejecutados ni le devolvían el dinero.
El propio presidente de la Lonja explicó que el incidente se debe a un “problema entre empresas” y que se encuentra “solucionado”.
Por su parte, en el ámbito de la Lonja Agropecuaria de Segovia, la noticia cogió por sorpresa a algunos de los vocales que cada semana participan en las reuniones. Uno de ellos indicó que los asuntos personales del presidente o sus empresas, “no tienen por qué estar relacionados” con el funcionamiento de la Lonja Agropecuaria.
Otro, un ganadero, sin embargo, estimó que la Lonja de Segovia “no puede estar en tela de juicio”, y los precios que se marquen “deben seguir siendo referencia para las operaciones de compra y venta”, explicó.
“Si desaparece la Lonja de Segovia, el problema será gordo para algunos sectores, porque es la que está sirviendo de referencia en muchos campos. En el caso del ovino, es la que sostiene los precios de los corderos. Si tenemos que depender de otras provincias, se hundirán los precios y, con ello, nosotros”, apunta otro productor.
