A pesar del descenso general de los accidentes en más de un 11% el año pasado en la provincia de Segovia, 2010 fue peor año que los dos anteriores en cuanto a la siniestralidad laboral, ya que aumentaron los accidentes mortales y graves.
En este sentido, el año pasado se registraron un total de cinco accidentes mortales, tres en el lugar de trabajo y dos ‘in itinere’ —los producidos cuando un trabajador se desplaza hacia o desde el lugar de trabajo—. En 2009 fueron tres los accidentes mortales, dos ‘in itinere’ y en 2008, cuatro.
Además, 2010 se saldó con una cifra de 19 accidentes graves en el lugar de trabajo, uno más que el año anterior aunque, al producirse dos accidentes ‘in itinere’, uno menos que en 2009, la cifra total es idéntica.
La información publicada por la Junta de Castilla y León indica que Segovia es una de las provincias de la Comunidad Autónoma donde más descendieron los accidentes leves, un 11,47%, frente a la media autonómica (-7,88%).
La cifra total de accidentes leves con baja en jornada de trabajo asciende a 1.830, frente a los 2.067 del año anterior.
La misma fuente ha informado de que se produjeron otros 2.368 accidentes de trabajo el año pasado en Segovia en los que los trabajadores afectados no tuvieron que darse de baja en la empresa. Esta cifra mejora sensiblemente la de 200, cuando ascendieron a 3.081.
Por otro lado, ‘in itinere’ hubo cien accidentes leves, veinte menos que en 2009.
De los tres accidentes mortales registrados el año pasado en el lugar de trabajo, dos corresponden al sector de la construcción, y concretamente a obras de ingeniería civil, mientras que el otro ocurrió en una industria extractiva de la provincia.
En cuanto a los accidentes laborales de gravedad, el sector Servicios ocupa el primer lugar en siniestralidad, con nueve, aunque muy repartidos entre distintas ramas. En este sentido, dos se produjeron en el sector del transporte, dos en Administración Pública y Defensa, uno en comercio al por mayor, uno en transporte marítimo o fluvial —lo cual no deja de ser extraño en una provincia sin costa y sin ríos navegables—, uno en hostelería, uno en mantenimiento de edificios y jardinería y otro en Sanidad.
De los siete accidentes graves que registró el sector industrial, dos ocurrieron en la industria alimentaria, dos en fábricas de productos no metálicos, uno en una factoría del sector de la madera, uno en una fábrica de muebles y el otro en una empresa de suministro energético (electricidad, gas, etc).
El sector de la construcción contabilizó tres accidentes graves, dos de ellos en construcción de edificios y uno en ingeniería civil y el agropecuario, ninguno.
Hay que advertir que estos datos recopilados por la Junta de Castilla y León están extraídos de los Resúmenes Estadísticos de Siniestralidad Laboral que, a su vez, se basan en los partes de accidentes de trabajo recibidos y registrados por las autoridades laborales provinciales, tomando como fecha de referencia los de su registro.
En cuanto a las enfermedades profesionales declaradas por la Administración, el año pasado ascendieron a 26, siete menos que en 2009. Se trata de enfermedades que motivaron la baja del trabajador afectado en la empresa durante el tiempo de recuperación. Por sectores, la industria acapara más del 50%, con 16 (4 menos que en 2009), seguida del sector Servicios, con 9 (igual que el año anterior) y una en sector agrario.
