La Policía halló en una vivienda de la localidad madrileña de Parla el cadáver de una mujer que presentaba signos de violencia y que, según los primeros indicios, podría haber sido víctima de un caso de violencia machista.
Según indicaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía, los agentes de la Comisaría de Parla recibieron el aviso de la desaparición de la mujer, nacida en 1972, ya que hacía algunos días que sus allegados no sabían nada de ella. Tras comprobar que la víctima había denunciado episodios de violencia machista, los investigadores trataron el caso como una desaparición inquietante e inmediatamente comenzaron las pesquisas.
Después de no localizarla en los lugares que habitualmente frecuentaba, a las once de la noche del sábado los agentes decidieron entrar en el domicilio, ubicado en la calle Reyes Católicos de la localidad.
Allí encontraron el cuerpo sin vida de la mujer con signos de violencia, aunque de momento no ha trascendido si corresponden a golpes o al uso de algún tipo de arma.
En espera de que avancen las pesquisas, los primeros indicios apuntan a que se trata de una muerte por violencia machista, según indicaron a Efe otras fuentes de la investigación.
La mujer asesinada había reanudado la convivencia con su pareja pese a que previamente había conseguido una orden de alejamiento que pesaba sobre su supuesto agresor, al que busca la Policía, según indicaron fuentes de la investigación. Hasta el momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis.
Fuentes municipales revelaron que la mujer estaba protegida por el protocolo de atención a las víctimas de violencia machista VioGen con nivel de riesgo bajo.
Por el momento, el caso está bajo secreto de sumario. Y el alcalde de Parla decretará tres días de luto a partir de hoy en el municipio, que celebrará al mediodía un minuto de silencio en repulsa por el asesinato.
De otra parte, un joven, con ayuda de un grupo de vecinos, consiguió parar la agresión de un hombre en estado ebrio contra su pareja, quien resultó herida después de que él derribara la puerta de su vivienda en Vilagarcía de Arousa, según informó ayer la Policía Local del municipio pontevedrés.
El hombre, un navarro de 50 años, insultó, agredió y opuso resistencia a los agentes, quienes lograron finalmente detenerlo.
Más casos
La víctima, de 49 años, sufrió diversas lesiones y fue trasladada a un centro médico para someterse a un reconocimiento. El hombre acudió hacia las 22.00 horas del sábado al edificio donde residía con su pareja, con la que había reanudado la relación hace dos meses, pero ésta se negó a abrirle al comprobar que estaba bajo los efectos del alcohol, y él acabó durmiéndose en el suelo, según precisaron las fuentes policiales.
Al despertarse una hora después, comenzó a golpear la puerta con violencia hasta derribarla y un joven de 25 años que se encontraba visitando a unos parientes en la zona, sorprendido por los gritos y la agresividad, decidió intervenir y logró rescatar a la mujer y sacarla de la vivienda.
Con ayuda de los vecinos, consiguió impedir que el agresor saliera del edificio y entre todos lo encerraron en el portal, sujetando la puerta para impedir su huida, mientras llamaban a la Policía Local para pedir ayuda.
Los agentes constataron a su llegada la actitud “muy agresiva” del individuo, que no solo continuaba lanzando insultos de índole machista y amenazas contra la mujer, sino que también intentó abalanzarse para agredirla físicamente, por lo que tuvieron que neutralizarlo en el suelo y ponerle las esposas.
