A determinadas alturas de la temporada, cuando los puntos parecen cobrar un valor mucho más importante, los técnicos “bilardistas”, ya saben, los que apuestan por ganar por encima del juego, aunque sea de penalti injusto en el último minuto, suelen dejar en casi nada a los “menottistas”, que apuestan por hacer un fútbol alegre como vía para alcanzar el buen resultado. Y si de Tercera División hablamos, y si (para más inri) los equipos juega en un campo embarrado, pues de Menotti nadie se acuerda, que aquí lo que vale es ganar por lo civil o por lo criminal.
Afortunadamente para la Segoviana, el equipo azulgrana no hubo de recurrir a la opción criminal para doblegar a un Salamanca B que mostró hechuras de buen equipo, serio en defensa, con una cierta intención ofensiva, y con una forma física extraordinaria, puesto que sus jugadores comenzaron a correr como demonios en el primer minuto, y no lo dejaron hasta que el árbitro señaló el final del encuentro. Otra cosa es que el cuadro visitante se mereciera puntuar, puesto que difícilmente puedes marcar goles si no rematas a portería, pero lo cierto fue que el antiguo Salmantino dejó una buena impresión en La Albuera.
De entrada, Santi Sedano puso en la línea defensiva a los jugadores esperados, con Hugo Rodero y Alex entrando por Borja y Anel, pero dejó sentado en el banquillo a Dani Arribas, situado a Edu como referencia en ataque. Los cambios obligados en la zaga le dieron buen resultado, puesto que Hugo estuvo más que correcto, y Alex, salvando los resbalones a los que ya tiene acostumbrados a los aficionados, también tuvo una buena actuación, de menos a más. No se puede decir lo mismo de Edu, que pese a que derrochó la voluntad habitual, se encontró con una pareja de centrales tan rápida como él, lo que le restó opciones en sus desmarques.
Salió ambicioso el Salamanca B, que durante toda la primera parte incomodó a la Segoviana de tal manera que en muy contadas ocasiones el conjunto azulgrana fue capaz de trenzar alguna jugada digna de mención. La presión de los charros sobre la línea de creación azulgrana impedía que el balón llegara en condiciones a la banda derecha, porque en la izquierda Asier se empeñaba en irse al centro en lugar de abrir el campo, lo que propiciaba que el juego se volcara demasiado sobre la zona de Ramón Marín, que pese a ello logró enlazar un par de acciones peligrosas, como un remate al primer palo que el portero Mario despejó con solvencia, o una prolongación a la subida de Hugo Rodero, cuyo centro fue rematado de espuela por Edu, deteniendo el guardameta visitante.
En el otro área, Durán sólo tuvo que intervenir en un remate de Toni Miguel tras una indecisión defensiva fruto de la fuerte presión visitante. El resto de balones cerca de la portería local fueron despejados (más o menos) por la zaga de la Segoviana, a la que le costó Dios y ayuda sacar el balón con criterio en la primera parte, tanto por la presión del rival, como por el estado del terreno de juego, con el barro ralentizando el fútbol.
Tras el descanso, la Segoviana salió con más ganas, y se encontró con un gol en su segundo saque de esquina consecutivo, que fue rematado por Chema, quedando el balón a los pies de Dani Calleja, quien se dio la vuelta con premura y superó con su potente remate la oposición de la defensa y el portero del Salamanca B.
Llegaron entonces los mejores momentos de juego del equipo azulgrana, porque su oponente descompuso un poco la figura, lo justo para que Ramón se encontrara un poco más suelto en la banda derecha, llevando mucho peligro con sus centros, como uno que envió al segundo palo, donde Asier remató demasiado desviado. El filial no tenía nada clara la forma de llegar al marco gimnástico a través del juego colectivo, por lo que apostaba por las contras, como una tras un defectuoso saque de Durán que Nacho envió fuera por poco, y por las acciones a balón parado, aprovechando la calidad de sus lanzadores. En una falta lateral provocada por una mano que indicó uno de los asistentes al árbitro, Ricardo peinó el balón que se fue directo a la escuadra de la portería de Durán.
El jarro de agua helada sobre las aspiraciones de la Segoviana de mantenerse en los puestos de play off no congeló las ideas de los locales, sino que les espoleó para asediar la portería de Mario a pesar de que el campo y la intensidad del Salamanca B no lo ponían nada fácil. Así, tras un lanzamiento desde la frontal de Ricardo sin problemas para el guardameta visitante, llegó la acción del segundo tanto azulgrana, en la enésima acción por la banda derecha que dejó el balón a Mariano cerca de la frontal. El “7” gimnástico filtró un pase perfecto para el desmarque de Dani Calleja, que con calidad superó por alto la salida de Mario.
Lo más difícil volvía a estar hecho, por lo que Sedano dio entrada a Rubén por un agotado Ramón, y posteriormente fortificó aún más el centro del campo situado a Manu por el goleador Dani Calleja. El Salmantino lo intentó, pero las fuerzas comenzaron a flaquear, y sus acercamientos murieron a los pies de los centrales de la Segoviana, o en las manos de Durán, seguro en sus acciones por alto. Así se fueron pasando los minutos, hasta que el árbitro pitó el final, y la Segoviana consiguió sumar los tres puntos que le permiten mantenerse en la cuarta plaza, y aguantar la presión del Valladolid B. Un asalto menos.
