Siguiendo el camino marcado por el saber de Diego de Colmenares, reflejado en su Historia de Segovia, capítulo XLI, situamos en este rincón unas pinceladas acordes con los primeros pasos dados para fundar en la ciudad el convento de San Agustín (1). Si yo les digo que era por el año 1555 no lo tomen al pie de la letra. Se puede haber perdido alguno. Pero a lo que íbamos.
Hete aquí, que los frailes de la orden de San Agustín llevaban tiempo queriendo fundar en Segovia. Para ello adquirieron unas casas en la zona de La Revilla -que el lector, genéricamente considerado, conocerá si le digo que es la actual San Agustín-, al condestable Fernández de Velasco. Sin embargo…
A los dominicos, predicadores natos y con mucha influencia en la ciudad, no les gustó nada la idea de que se fundara otro convento en la cercanía del suyo -se dijo como justificación que eran muy conservadores-, y llegados ante el obispo (2), al que pidieron “audiencia”, manifestaron:
-”Los referidos terrenos se “meten” en nuestras casas. Ese es nuestro territorio, por lo que nos oponemos a que se funde otro convento”.
Pleito “habemus”. El obispo quiere resolver el problema y nombra a un “monje bueno” y neutral: el abad del convento de Los Huertos, de línea conservadora. Lo que daba la impresión, visto desde fuera, que se pondría al lado de los dominicos. Pero no.
Después de reunirse y escuchar a ambas partes, el abad entrega el informe en el obispado. Ambas partes, dominicos y agustinos, mantienen sus posturas. Difícil solucionar el problema desde la diócesis, por lo que el purpurado escribe a Roma y pide intercesión en el caso al Santo Padre. Este acepta la tesis del obispo, que era la de fundar el nuevo convento, y con el apoyo papal escribe a los agustinos, que prontamente llegan a Segovia. Lo hizo Fray Antonio de León, que sería el primer prior, y seis monjes más.
Si pretendían encontrar una buena acogida, se equivocaron. Lean:
-No encontraron lugar donde les acogieran para dormir.
-Hubieron de ubicarse en la casa del arquitecto que había sido su mediador en la compra.
-No encontraron notario ni escribano para poder tomar posesión de lo que habían adquirido.
Pasaron cinco días hasta que encontraron notario. El obispo, que veía muy cerrados en postura a los dominicos, envió a guardar el lugar donde se preveía el convento a un alguacil y varios hombres más. Dos noches y otros tantos días, por turnos, pasaron allí. El día de Santiago, 25 de julio del referido año, colocaron los agustinos, de aquella manera, una campana, levantaron un altar y celebraron su primera misa en Segovia.
¿Se puso final “combate”? ¡No! En cuanto los vigilantes se marcharon comenzaron los ataques dialécticos, empujones y demás familia. He leído que entre ambas partes, ayudantes y detractores, hubo algunos pleitos (3).
Aquello no se le veía solución y la ciudad, a través del Concejo, intervino. Nombraron dos regidores, Francisco de Avendaño y Juan de Contreras, con la finalidad de que el “caso” se dirimiera en la Chancillería de Valladolid. Por “turno de oficio” el caso le “tocó” al oidor segoviano en el “tribunal” Juan Tomás. Su decisión en marzo de 1556:
“Considerando los intereses de ambas partes (dominicos y agustinos), decidimos que los deseos de la fundación agustina ha de continuar adelante”. (4)
Y colorín colorado…
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(1) El Convento fue fundado por don Antonio de Guevara y Tapia. En las obras intervinieron varios maestros entre ellos Pedro de Brizuela.
La Desamortización provocó el abandono del convento, cedido al Ejército en 1835, reparándose la iglesia, ya 1853, para convertirla en almacén de carruajes.
Las distintas dependencias conventuales fueron dando paso a diversas viviendas particulares (calle de San Agustín). La iglesia se demolió en 1915. Después, por encargo de la Delegación Provincial de Sindicatos, el arquitecto Francisco Fernández-Vega proyectó y se construyó en 1942 la Clínica 18 de Julio (en sus días finales Policlínico), en el lugar donde anteriormente estaban las naves del templo.
La otra parte del convento la ocupa el monumento a los Caídos de la inútil guerra civil.
(Datos del Catálogo de patrimonio cultural del Plan General de Segovia).
(2) Gaspar de Zúñiga y Avellaneda.
(3) Enfrentamiento o discusión entre dos o más personas por diferencia de opiniones o de intereses.
