Emilio Esteban, secretario general de la Asociación Internacional de Organismos y Entidades Organizadoras de Festejos Taurinos Populares (ASIMTAP) y director de turismo y festejos del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes analizó ayer en la villa la incidencia de la crisis en los festejos taurinos populares, la cual a su juicio es muy importante.
Esteban participó en la ponencia organizada por la Asociación Encierros de Cuéllar, que estuvo moderada por Manolo Blanco.
El ponente inició su intervención definiendo lo que es para el un festejo taurino popular, acepción en la que incluye los encierros con reses no destinadas a la lidia a campo abierto, los encierros urbanos o mixtos, las sueltas de reses en plazas o recorridos urbanos o plazas de toros, los toros embolados, a la mar o de fuego, las capeas y concursos de recortes, los toros enmaromados, los concursos o exhibiciones de roscaderos embolados y otros.
Señaló que los festejos pueden ser organizados por organismos públicos, privados y ONGs y otros como peñas y asociaciones. Habló también de los diferentes costes que conlleva la organización de un festejo y de su financiación en función de quién lo organice.
Señaló que el origen de la situación actual proviene de la burbuja inmobiliaria y de la irracionalidad de las programaciones con un aumento del número de los festejos, la percepción inadecuada de la realidad por parte del sector taurino (empresarios, profesionales…) y del tejido asociativo no siendo conscientes de la situación actual.
Esteban destacó los efectos de la crisis sobre el sector ganadero que tiene que hacer frente al elevado coste de la crianza del ganado, un aumento de los costes directos y dificultades para comercializarlo.
Consecuencias crisis
A su juicio las consecuencias directas de la crisis son una disminución de los festejos, precariedad organizativa, alteración de la tradición y pérdida de identidad de los festejos y malestar en el tejido asociativo local.
Para Esteban los festejos taurinos populares son más rentables socialmente que los espectáculos taurinos (corridas), atraen a más espectadores y de menor edad, tienen gran promoción en las redes sociales y gran arraigo en el tejido asociativo.
Finalmente Esteban planteó si sería adecuado crear una nueva tauromaquia popular con la creación de una “corrida de tauromaquia popular” en la que las reses tuvieran trapío y fueran lidiadas por cuadrillas de cortadores, organizándose la corrida en diferentes suertes.
