La iniciativa busca promover la participación social en la conservación y mejora del estado ecológico en aquellas cuencas hidrográficas que dependen del Ministerio.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) espera la movilización de un total de 5.700 participantes para la edición de 2014 del Programa de Playas, ríos, voluntariado y custodia del territorio que impulsa la Fundación Biodiversidad y que concluirá el próximo 30 de noviembre.
El departamento, que cifró en 170.000 los voluntarios y en más de 100 las asociaciones que participaron desde el comienzo de esta iniciativa en 2006, explicó que desde marzo de este año, unos 2.000 ciudadanos se sumaron a los proyectos desarrollados por 26 entidades de custodia del territorio en playas y ríos de trece comunidades autónomas.
Según el MAGRAMA, esta iniciativa, que está enmarcada en la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, busca “promover la participación social” en la conservación y mejora del estado ecológico de los ríos en aquellas cuencas hidrográficas que dependen del Ministerio, con líneas de trabajo como la limpieza de los ríos, la plantación de especies autóctonas en las riberas y cauces o la retirada de las especies invasoras, entre otras.
Asimismo, añadió que otro de los objetivos es “involucrar” a las administraciones locales, suministrarles información y asesoramiento en la gestión del agua a través de la “Escuela de Ríos para Alcaldes”, que se celebra anualmente y en la que se abordan cuestiones como la realización de obras en los cauces, la depuración de aguas en los municipios rurales o la gestión del riesgo por inundación.
Hitos
En esa línea, el Ministerio de Medio Ambiente destacó que uno de los “hitos” de este programa es el Proyecto de mejora del estado ecológico del río Órbigo (León), que fue elegido finalista y calificado como “uno de los mejores proyectos de restauración fluvial en Europa” en la convocatoria del año 2013 de los premios European Riverprize, que entrega la Fundación Internacional de los Ríos (IRF, según sus siglas en inglés).
Se trata de una iniciativa emprendida por el Ministerio de 2009 hasta 2011 a través de la Conferencia Hidrográfica del Duero (CHD) y con la que se pretendía recuperar la “conectividad” transversal y longitudinal del río Órbigo para evitar desbordamientos cuando aumenta el caudal, disminuir el riesgo de inundaciones y recuperar también los hábitats fluviales.
A juicio de la responsable de Voluntariado de Ríos para la CHD, Celia García, haber quedado finalista constituye un “reconocimiento” para uno de los proyectos de restauración fluvial “más ambiciosos” del Ministerio y un “ejemplo demostrativo” de la aplicación integrada de dos directivas comunitarias: la Directiva marco del agua y la Directiva de inundaciones.
