De hecho, Guillermo Miranda, Vicepresidente de IBM y responsable del taller comentaba: “Hemos estado haciendo cerámica…” pero, de una manera concreta ¿Cómo se aborda este asunto en un taller?
— En otras palabras este curso sería para que, gente relacionada con el mundo de los negocios, pueda conocer y aplicar nuevos impulsos…
— Exacto, las empresas u otro tipo de negocios.
— En su labor diaria, IBM se encarga, entre otros temas, de la educación. Se dice que el sistema educativo en España podría no estar especialmente dirigido a las necesidades de las empresas…
— Eso ocurre en muchos lugares, no solo en España. En IBM manejo la Unidad de Responsabilidad Social Corporativa y la Fundación IBM y, a través de estos dos vehículos, lo que estamos haciendo es tratar de cambiar el paradigma de lo que significa educación.
Educación ahora, en muchos casos, significa obtener un diploma para conseguir un trabajo pero, lo que nosotros decimos es: “No necesitas un diploma, lo que necesitas son las habilidades que la industria necesita en este momento, que puedes validar a través de otro tipo de credenciales, que no tiene por qué ser un diploma universitario”.
Cómo cambiar la educación por dentro, haciéndolo en tres niveles: Un primer nivel, con subvenciones para estudiantes de doctorado de las universidades top del mundo en las que investigan la siguiente frontera tecnológica. Un segundo nivel con iniciativas alrededor de los profesionales que necesitan reinventarse para alcanzar un nivel en la economía que está convirtiéndose en completamente digital. Si alguien ha trabajado siempre en su empresa siendo, por poner un ejemplo, contable, mañana le van a decir que eso ya no sirve porque este o aquel ordenador, tiene un cerebro de inteligencia artificial, que te va a dar todos estos resultados que antes tenías que calcular, ahora será necesario trabajar de modo diferente y será necesario reentrenar a los profesionales para que trabajen en una economía que tiene una serie de plataformas tecnológicas que antes no existían. El tercer y último nivel, se llevará a cabo en los colegios.
En IBM tenemos un modelo que se llama PiTech y, en este modelo se une la Educación Secundaria y el Bachillerato, con la alta tecnología. Cuando un alumno termina Bachillerato tiene un título de profesional técnico, con el que puede comenzar a trabajar al día siguiente. Este programa se realizaría a través de un acuerdo entre el Estado y las universidades y, nosotros haríamos el soporte del sistema pero, no todos los colegios son de IBM, hay colegios de otras muchas compañías en 25 países del mundo. Estamos trabajando con la Comunidad de Madrid y, probablemente se va lanzar el primer colegio en el próximo curso, en septiembre.
— Con este nuevo sistema, se amplía el conocimiento para poder ejercer las profesiones que van a venir…
— Las profesiones del futuro. ¿Cuáles serán los conocimientos que necesitaremos para esas profesiones del futuro? No se necesitará hacer cálculo o aprenderte las leyes, lo que se necesitará es saber cómo utilizar esa base de conocimiento ayudada por la Inteligencia Artificial para obtener un resultado mucho mejor.
— Cuando explique esto a la gente: alumnos, profesores… Tiene que ver caras de auténtica sorpresa
— Sí, sorpresa y un poco de temor, porque todo esto se está desarrollando en pequeños sectores. En la realidad española, si mañana vamos al Centro de Civer Seguridad de Telefónica, vas a encontrar técnicos que saben cómo manejar un ataque de hackers que viene de Rusia para entrar en los sistemas de los bancos. Estos señores trabajan con una tecnología que parece la NASA. A la vez y, probablemente en la misma empresa, vas a encontrar personas que todavía trabajan con Excel y hojas de cálculo al manejar datos de contabilidad.
Hay sectores de la sociedad que ya están trabajando con tecnología muy avanzada y, en cambio, hay otros sectores, que aún están trabajando de una manera más tradicional ¿Cuántas personas en España ya no tienen línea de teléfono en casa? Muy pocas ¿Cuántas personas en Estonia no tienen línea de teléfono en casa? Más del 40%, porque, con un móvil, si lo utilizas bien, no necesitas una línea en casa, nadie más va a tener líneas en casa.
— ¿Cuánto tardaremos en ver definitivamente aplicadas estas novedades?
— Creo que va a pasar por una convergencia de necesidad social y voluntad política. Si nos remontamos a unos años atrás, solo era obligatoria la Educación Primaria.
Nadie pedía Educación Obligatoria para la Educación Secundaria. Ese fue un avance conseguido por la presión social y la voluntad política. Ahora, la Educación Secundaria es obligatoria en España y en toda Europa.
En el contexto de la gestión universitaria con la Unión Europea, todo el mundo se convenció de que lo mejor eran los Planes de Bolonia, que son standares. Hace 20 años, la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Oviedo, tenían currículos diferentes y, no había la voluntad política de tener ciertos standares para manejar la flexibilidad.
Creo que va a haber un actor que no existe ahora y que tiene que involucrarse mucho más, la industria, las empresas. El motivo es que las empresas son responsables de “cómo se está creando el futuro”, si a eso le sumas la presión social y la voluntad política, el resultado va a depender de los países y de las regiones.
En esta charla estaba presente Pilar García Ceballos-Zúñiga, Alta Ejecutiva de IBM quien, desde su profundo conocimiento de las más avanzadas tecnologías, confirmaba que IBM tiene varios Centros repartidos por España. Cuando estos se montaron, necesitaron gente con un nivel informático determinado y, por ello llegaron a acuerdos con algunas universidades. Las universidades incluyeron estos conocimientos en sus titulaciones o los impartieron como cátedras aparte. El binomio universidad-empresa existe desde hace tiempo y, se ha demostrado que funciona. En el caso de IBM, adsorbía a todas las promociones formadas de este modo.
Si esto ha venido pasando cuando se habla de formación universitaria, será más beneficioso trasladarlo a los jóvenes de secundaria porque es mejor comenzar desde abajo. Por eso, la iniciativa con los colegios e institutos, dicen, es fundamental.
