La Sección Tercera de la Audiencia, en una sentencia firme condena únicamente al Cuco a dos años y once meses de internamiento por encubrir el homicidio cometido por Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo, el 24 de enero de 2009, en un caso que está siendo juzgado estos días en otra sala de la misma Audiencia.
A diferencia del Juzgado de Menores, la Audiencia introduce ahora la condena al Cuco y sus padres a pagar los 414.908 euros que gastaron el Ministerio del Interior, el Puerto de Sevilla, la Guardia Civil, el Ayuntamiento de Sevilla y la Unidad Militar de Emergencias (UME) en buscar el cuerpo de Marta durante varios meses en el Guadalquivir, donde los acusados dijeron haberlo arrojado.
La Audiencia, en cambio, no condena al menor a pagar el resto de indemnización hasta los 616.319 euros pedidos por el fiscal porque excluye la posterior búsqueda en un vertedero, adonde se desplazaron los efectivos por declaración de Carcaño pero no de ‘el Cuco’.
Al igual que el juez de Menores, la Audiencia absuelve al Cuco de la violación y asesinato de Marta porque la acusación se basó únicamente en la declaración de Carcaño ante el juez instructor el 17 de marzo de 2009, testimonio al que no asistió el defensor del menor ni tuvo oportunidad de interrogarle en comparecencias posteriores.
Con ello se vulneró una «exigencia básica» del proceso y una garantía «irrenunciable» del Estado de Derecho, dice el magistrado José Manuel Holgado. Pero además, la Audiencia examina dicho testimonio de Carcaño en el contexto de las ocho versiones distintas que ha dado de lo sucedido en su piso de la calle León XIII y concluye que «nula credibilidad puede concederse a quien no es firme ni rotundo en su relato de los hechos y personas participantes».
Carcaño tenía además móviles de venganza contra el Cuco -que poco antes había imputado al hermano del asesino confeso en la operación de traslado del cadáver- y por ello está condicionada «la imparcialidad de su testimonio».
Otras pruebas de las acusaciones, como la mezcla de perfiles genéticos de Marta y el Cuco en el piso, «lo único que prueba es que el menor estuvo presente en el lugar, pero no que tomara parte activa en la agresión sexual ni la forma en que se acabó con la vida de Marta», dice la Audiencia.
La sentencia aplica además la agravante de actuación en grupo por la presencia de «al menos tres personas en la ejecución de un hecho tan vil y reprobable», por lo que considera que en el traslado del cuerpo participaron, junto al menor y Carcaño, alguno de los tres presuntos cómplices que desde el día 17 son juzgados en otra sala de la Audiencia.
La Sección Tercera, especializada en temas de menores, aprovecha para criticar las «disfunciones» de la Ley Penal del Menor al obligar a juzgar por separado a los mayores y menores de edad, lo que supone «un derroche de energías y esfuerzo que no se ve compensado por ventaja alguna».

En la tercera jornada del juicio en la Audiencia de Sevilla, el fiscal encargado del caso, Luis Martín Robredo, finalizó su interrogatorio a los tres acusados con una misma pregunta: «¿Dónde se encuentra el cuerpo de Marta?».
«No lo sé, señor fiscal», contestó Samuel Benítez, acusado de participar en la operación para sacar el cuerpo del piso; «Es algo que no he sabido nunca», dijo Francisco Javier Delgado, hermano del asesino confeso, Miguel Carcaño; y «No sé donde se encuentra», afirmó María García, la novia de Delgado.
Después de la confesión de Carcaño en la primera jornada de juicio, cuando negó haber violado a Marta y atribuyó su muerte a un accidente al golpearla con un cenicero, sus tres presuntos cómplices respondieron con el mismo aplomo y negaron haber participado en la desaparición del cuerpo.
El juicio, en el que Carcaño se enfrenta a 52 años de cárcel por violación y asesinato y sus cómplices a penas de hasta ocho años, ha quedado aplazado hasta el próximo lunes, cuando empezarán a declarar los testigos.
