La Segoviana sumó un punto en Zamora, quizá insuficiente para sus aspiraciones de terminar la liga en la primera plaza del grupo octavo, pero sí muy válido para ganar en autoestima. El equipo azulgrana supo reponerse a un pésimo inicio, se aferró a Facundo (y a la suerte) para no perecer ahogado por la presión del rival, y poco a poco fue sacando la cabeza hasta llegar a la orilla con la sensación incluso de haberse podido llevar los puntos.
La puesta en escena de la Segoviana en el encuentro fue manifiestamente mejorable. Con Dani Arribas ocupando el lateral izquierdo, más Dani Calleja por delante, era evidente que el ataque del Zamora se iba a centrar mucho en esa banda que defendían los dos jugadores ofensivos del conjunto azulgrana, y lo cierto fue que el inicio de partido de los jugadores locales fue arrollador, tanto como la falta de confianza de la Segoviana en su sistema defensivo.
Facundo tuvo que adquirir protagonismo, y lo hizo de manera más que positiva, evitando un primer gol de David Álvarez poco después de que dos acercamientos del Zamora hubiesen puesto el ‘uy’ en las gradas. Pero el primer saque de esquina de los locales fue rematado casi sin oposición por Asiel en el segundo palo. El central entró con mucha fuerza y superó a Facundo, consiguiendo el 1-0 que no se puede decir que no fuera en absoluto injusto.
UN PENALTI DECISIVO
La Segoviana intentó sacudirse el dominio, pero sin conseguirlo, maniatado en el centro del campo y sufriendo las contras de los locales. En otra acción ofensiva del Zamora, Dani Arribas cometió un inocente penalti que le dio la opción al Zamora (minuto 21) de dejar el encuentro más que encarrilado. Pero Facundo logró despejar con los pies el lanzamiento al centro de David Álvarez, dando a la Segoviana una oportunidad para meterse en el partido.
Manu González lo vio claro, y apenas superada la media hora de encuentro sacó del campo de Dani Arribas, ‘condenado’ a una posición que no era la suya, metiendo en el terreno de juego a Asier Arranz, pese al riesgo de poner en juego a un futbolista con muy poco ritmo de partidos. Ello llevó a un cambio en el esquema, con una defensa de cuatro, y Juan de la Mata formando un doble pivote con Manu, intentando ganar la partida en el centro del campo, y pese a que el cuadro local continuó llevando la iniciativa en el encuentro, paulatinamente la Segoviana fue igualando el partido, consiguiendo espaciar las acciones ofensivas zamoranas sobre la portería de Facundo, que continuó muy atento a la hora de salir de su área para blocar las acciones a balón parado.
Así, aunque en ningún momento de la primera parte el equipo gimnástico logró llevar una verdadera sensación de peligro sobre la portería rival, los de Manu González lograron llegar al descanso con la mínima desventaja. Sin duda, pudo ser mucho peor.
DEL PALO, AL GOL
La Gimnástica Segoviana que salió al campo tras el descanso fue muy distinta a la que había jugado unos malos primeros cuarenta y cinco minutos. Con Asier dando salida al balón por la banda izquierda, el conjunto azulgrana comenzó a sumar tiempo de posesión, tratando de desgastar al Zamora, que con su fuerte presión en la zona ancha del campo buscaba el error gimnástico para sentenciar a la contra. Precisamente en una de esas acciones rápidas tras robo, un gran envío de Coque fue rematado por David Álvarez al palo. La Segoviana se volvía a salvar y, como sucediera en la jornada anterior frente al Burgos Promesas 2000, del posible gol del Zamora se pasó al empate gimnástico, ya que después de llevar el balón rápidamente a la zona ofensiva, Agus Alonso conectó con Mika, que se llevó el esférico con sutileza ante la oposición de los centrales locales, y ante la salida de Jon Villanueva le batió por bajo.
El 1-1 fue todo un golpe a la línea de flotación del Zamora, del que apenas logró reponerse pese a que David Movilla lo intentó con los cambios. Pero Manu también movió el banquillo, y la entrada de Gómez por un Agus Alonso que se vació en el campo puso algo más de mordiente al ataque, mientras que Conde aportó más control saliendo por un Quino que corrió kilómetros buscando el balón.
El despliegue físico que realizó el Zamora en la primera parte pasó factura en un tramo final que fue azulgrana. Adrián no tomó la mejor decisión en una jugada que parecía tener un mejor final del que tuvo, y que fue el resumen del último cuarto de hora de la Segoviana, que se presentó con buenas opciones a zonas de remate, pero sin lograr culminarlas. Al final, el reparto de puntos ni deja contentos a unos, ni tremendamente disgustados a los otros. Quien se frotó las manos fue la Arandina, más líder después de haber conseguido la victoria ante la Virgen del Camino.
