El Unami logró una valiosa victoria frente a un Real Ávila que mostró en el campo de La Albuera el mismo déficit de fútbol que ya mostrara hace nueve jornadas en su última visita al municipal para medirse a la Gimnástica Segoviana, solo que en esta ocasión no se encontró con un afortunado gol en el descuento que le hiciera rescatar un punto que no mereció.
Las ausencias del equipo segoviano en el centro del campo llevaron a Tito Domingo a adelantar a Maroto como pivote defensivo, metiendo a Jelux como pareja de Fran en el eje de la zaga, con Quique y Pocho en los laterales. El 4-1-4-1 del Unami se mostró ambicioso en la presión frente a un Ávila escasamente capaz de elaborar una acción ofensiva de garantías, pero que supo aprovechar de manera eficaz el primer desajuste en el sistema defensivo local. Maroto se incrustó demasiado entre los centrales, dejó libre el espacio en la mediapunta, desde donde se filtró un gran pase a Pito, quien solo ante Trujillo envió el balón fuera. Pero el colegiado señaló penalti por el contacto del portero con el delantero abulense, y Emilio no falló para poner el 0-1.
Con la afición del Unami algo “mosca” por el penalti señalado, Cristian presionó con fe a la defensa del Ávila tras un pase largo, y encontró el premio en una cesión horrible de Josito a Pindado, que le dejó el balón franco para que el interior del Unami elevara el esférico por encima del meta abulense. Se vino arriba el conjunto segoviano, que dispuso de dos clarísimas ocasiones en sendos remates de Juanlu en los que Pindado le ganó la partida, y se vino abajo el Ávila, que no solo se vio superado en el juego, con dos remates lejanos como único bagaje ofensivo en la primera parte, sino que además tuvo que hacer un cambio antes del descanso, después de que su técnico Borja Jiménez sustituyera al lateral Andrés, que se había merecido de largo la segunda tarjeta amarilla por una entrada a la altura de la rodilla sobre Cristian.
Con el árbitro convirtiéndose en el centro de todas las miradas comenzó la segunda parte en la que el Unami volvió a avisar con un remate de Chechu que se marchó fuera por poco, antes de marcar el 2-1 gracias al oportunismo de Cristian, sin apenas presencia en el juego, pero letal en sus llegadas, que se aprovechó de un despeje fallido de Cabrera para batir de nuevo a Pindado, culminando una gran jugada ofensiva en la que participaron Quino y Juanlu.
El Unami había logrado darle la vuelta al partido, y controlaba perfectamente a un Ávila en el que solo Jean Claude trataba de poner algo de orden en la zona de creación. Pero llegó la acción que supuso la expulsión por doble amarilla de Pocho, y los de casa se quedaron con diez, y dando claros síntomas de fatiga por el gran trabajo realizado, además de enfadados con un árbitro que no quiso expulsar al lateral abulense en el primer tiempo, y sí lo hizo con el segoviano en el segundo.
La última media hora de partido se vivió prácticamente de manera íntegra en los alrededores del área de un Trujillo que, sin embargo, apenas tuvo que emplearse a fondo, porque el Ávila apretó de firme, pero con muy poca imaginación de tres cuartos hacia delante. Un lanzamiento fuera de Emilio, un par de balones colgados, y otros dos remates flojos a las manos del portero local fueron el resultado de los trompicados ataques de los visitantes. Demasiado poco para intentar sumar un punto frente a un Unami que hizo bastante más por ganar.
Sorprendió el entrenador del Ávila al finalizar el encuentro, cuando afirmó que “parece que las críticas a los árbitros les han servido” en referencia al segundo tanto del Unami, en el que vio mano de Juanlu. Tito Domingo no quiso entrar a valorar las declaraciones de su colega en el banquillo “porque son opiniones, y todo el mundo tiene una”, pero sí reflejó que el club enviará un escrito de queja al Comité de Árbitros tras los últimos arbitrajes recibidos, “porque no es posible que se haga tan mal sin querer”.
