Tras más de doce horas de intensas negociaciones, el Consejo concluyó con su petición de «una investigación rápida, imparcial, creíble y transparente» sobre lo sucedido el lunes, al tiempo que calificó la situación de Gaza de «insostenible» y subrayó que la única solución posible al conflicto palestino-israelí es la negociada.
El presidente de turno del Consejo y embajador de México ante la ONU, Claude Heller, indicó que ese órgano de la ONU había acordado «pedir la inmediata liberación de los barcos y de los civiles retenidos por Israel».
El Consejo comenzó sus reuniones el lunes hacia las 17.00 GMT a petición de Turquía y del Líbano, país que también lo presidía al ejercer su presidencia hasta la medianoche del 31 de mayo, en que México tomó el relevo para junio.
«Es una declaración aprobada por el Consejo durante una sesión formal y es un pronunciamiento en términos tajantes y contundentes» sobre el incidente», dijo Heller al término de la reunión sobre esa declaración no vinculante del máximo órgano de decisiones de la ONU.
Heller subrayó que en la declaración aprobada «hay una condena de los actos de fuerza y se reitera la importancia de que Israel libere a los detenidos, devuelva los barcos a sus dueños, y la ayuda humanitaria que llevaban sea entregada al pueblo palestino».
La española Laura Arau, una de las tres personas con nacionalidad española encarceladas en Israel por viajar en la «Flotilla de la Libertad», ha aceptado hoy su repatriación voluntaria, dijo a Efe el embajador español, Alvaro Iranzo.
El representante diplomático explicó que tras firmar un documento en el que acepta su repatriación voluntaria, Laura Arau, que es activista de la ONG «Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría», podría regresar en las próximas horas a España.
Iranzo precisó que los dos otros españoles detenidos, el madrileño Manuel Tapial -de la misma ONG que Arau-, y el valenciano David Cegarra, periodista del canal televisivo latinoamericano Telesur, están «sopesando la posibilidad» de suscribir el mismo documento.
El embajador precisó que en caso de que finalmente no lo hagan «la cosa podría alargarse un poco» por los diferentes trámites del mecanismo administrativo israelí hasta su expulsión del país.
Alvaro Iranzo aseguró que los tres «se encuentran en buen estado», y que ha contado con atención consular tanto en el puerto de Ashdod, adonde las autoridades israelíes remolcaron los barcos de la flotilla, como en la prisión de Elá, en la localidad de Beer-Sheeva, en el sur de Israel, a la que fueron luego trasladados.
Los tres ciudadanos españoles figuran entre los aproximadamente 500 activistas internacionales detenidos en Israel por formar parte del pasaje de la «Flotilla de la Libertad», que pretendía llevar ayuda humanitaria a la franja de Gaza y cuyo abordaje ayer por el Ejército de Israel causó la muerte de nueve personas, en su mayoría de nacionalidad turca, y decenas de heridos.
La mayoría de los activistas se encuentran en la misma cárcel que los españoles, y medio centenar de ellos han asumido como Laura Arau la decisión de aceptar su repatriación voluntaria.