Hay muchas maneras de jugar al fútbol, tantas como entrenadores, y todas son respetables. Otra cosa es que la ejecución en el campo por parte de los jugadores de esa intención futbolística que trata de inculcar el entrenador sea la que éste demanda en los partidos. En el caso del derbi que protagonizaron Gimnástica Segoviana y CD La Granja en La Albuera, tanto Manu González como Diego Yepes pudieron terminar contentos del trabajo de sus futbolistas. El primero, porque se vio refrendado con la victoria, y el segundo porque es difícil esforzarse más de lo que lo hicieron los componentes del equipo del Real Sitio en busca de un resultado positivo que se les negó.
La Segoviana siempre sufre en invierno, porque las características del equipo chocan con terrenos de juego (incluyendo La Albuera) complicados para el juego de toque. Si a ello se le une que normalmente en esta época del año suele tener a varios futbolistas lesionados, y que las sanciones suelen comenzar a hacer mella, el resultado de la ecuación muestra un once bastante más previsible en su juego de lo que sería deseable.
HACER EL PARTIDO LARGO
De ello se dio cuenta el técnico el CD La Granja, Diego Yepes, que hizo una apuesta quizá contraria para el espectáculo, pero absolutamente acertada para las necesidades de su equipo, sabedor de que ofrecerle los espacios a la Segoviana significa, directamente, perder el partido. Ya le sucedió en Zamora “y a punto estuvieron de hacernos dos sets”, señalaba el entrenador al final del encuentro, así que el planteamiento en La Albuera pasó por colocar una línea de cinco defensas (nada de tres centrales y dos carrileros), más tres centrocampistas que hicieron un trabajo absolutamente estajanovista en la medular, con Guty, y Dani Lázaro, buscándose la vida en los balones largos.
Durante setenta minutos, el planteamiento del CD La Granja maniató casi por completo a una Segoviana que salvando un remate de Dani Arribas, más los habituales ‘uys’ de los balones parados, y un par de lanzamientos lejanos a los que Truji respondió con mucho suspense, hizo muy poco para decantar el partido a su favor en los primeros cuarenta y cinco minutos, y en los segundos veinticinco, en los que un cabezazo de Mika a un metro de la frontal del área pequeña, que incomprensiblemente envió fuera, se convirtió en el único bagaje local hasta el 1-0.
UNA LESIÓN, Y UN ERROR
La lesión de Ivi cuando el partido apenas había alcanzado su décimo minuto le complicó el partido a la Segoviana más de lo que en un principio pudiera parecer, ya que la entrada de Dani Abad en el campo hizo más previsible al conjunto gimnástico. El propio técnico reconoció su error en la rueda de prensa posterior al encuentro, porque la defensa de cinco del CD La Granja no invitaba a un jugador muy específico de banda, sino a otra clase de futbolista que pudiera lanzar desmarques, o bien fijar a los centrales para que otros lo hicieran.
Veinte minutos tardó el CD La Granja en cruzar la línea del centro del campo, pero cuando lo hizo el 0-1 se vio muy cerca tras una dejada a Dani Lázaro en el borde del área, y posterior lanzamiento con la derecha del jugador granjeño, al que Christian respondió con una gran intervención. Poco más tarde, Dani Arribas remató de cabeza un saque de esquina, y David Arranz sacó bajo palos el 1-0. Pero solo fueron dos sacudidas en un partido que los granjeños dormían, y los azulgranas no sabían despertar, muy imprecisos a la hora de superar las dos trabajadoras líneas de defensa del rival.
Durante setenta minutos el CD La Granja maniató a una Segoviana demasiado previsible en su juego de ataque
Con pocas cosas positivas que llevarse a la boca en la primera parte, se esperaba que el cansancio hiciera su aparición en la segunda, y que por ello los errores pudieran abrir un poco más un partido cerrado bajo siete llaves. Pero la realidad fue que, cabezazo de Mika aparte, esos espacios no aparecieron por ningún lado, ni en la defensa de un CD La Granja que mantuvo el rigor táctico de manera más que efectiva, ni en una Segoviana que, con Domingo y Juan de la Mata sin apenas incidencias en el juego de creación, intentaba todas sus acciones ofensivas por la banda derecha, donde Adrián se cansaba de poner centros, arriesgándose a recibir alguna contra.
Manu rectificó el error que tuvo al dar entrada en el campo a Dani Abad por Ivi, y sustituyó al interior azulgrana por Diego Gómez. Y ese cambio sí fue todo un acierto, porque de nuevo el canterano se mostró tremendamente decisivo en el partido. Esa fue la suerte que tuvo el técnico azulgrana, porque en el otro banquillo Diego Yepes se tenía que inventar un lateral izquierdo en la figura de Alcubilla por la lesión de David Arranz, y poco después también tenía que cambiar a Piti, dando entrada a Gabi.
A BALÓN PARADO
A veinte minutos para el final, Mario se convirtió en el tercer lesionado del conjunto del Real Sitio, que recibió un fuerte castigo por ello, ya que el centrocampista granjeño llegó tarde a defender una acción en la frontal, cometiendo falta. Dani Calleja puso el balón en el punto de penalti, nadie lo remató, y con el barullo Truji no calculó bien el bote del esférico, que terminó metiéndose en su portería. Finalmente, lo del cántaro y la fuente terminaba por hacerse realidad, porque si alguien había buscado el gol durante setenta minutos había sido el equipo de casa.
Reaccionó el CD La Granja con el orgullo del que se rebela contra su suerte, y durante varios minutos encerró a los azulgranas en su área. Christian salvó el empate en un remate de Lionel tras un saque de esquina, y el árbitro mandó repetir el posterior córner en lugar de atender las peticiones de los visitantes después de que en el ‘baile’ habitual de las acciones a balón parado, Pau terminara en el suelo. Fueron minutos de dominio visitante que hacen pensar que el equipo de Yepes sigue teniendo el corazón intacto, algo fundamental en un momento de la temporada que se presenta como trascendental para el equipo.
Con los papeles invertidos, la Segoviana quiso dormir el choque, mientras que su oponente miraba el reloj con ansiedad buscando el gol del empate hasta que, a un minuto del final del tiempo reglamentario, un despeje en la frontal del área gimnástica se convirtió en un balón dividido que Gómez terminó ganando a Pau, salvando posteriormente la tarascada de Juli, para presentarse en el área de Truji, y batirle por bajo. La espectacular acción del delantero local no estuvo exenta de polémica, puesto que los visitantes reclamaron falta previa en la primera acción de Gómez sobre Pau. Diego Yepes fue expulsado por una protesta que no merecía ni la tarjeta amarilla, y el final del partido llegó con la Segoviana respirando aliviada al haberse encontrado con el gol y sumado tres puntos después de varias jornadas sin conseguirlo, y el CD La Granja enfadado con su suerte después de un duro trabajo. Tendrá otra oportunidad este miércoles frente al Numancia B en el partido aplazado.
