La II Feria Inmobiliaria de Segovia cerró ayer sus puertas presentando un balance en apariencia contradictorio. Por una parte, el número de visitantes ha sido sensiblemente menor del esperado. Aunque la empresa organizadora, Calvo & Cortés, auguraba que al menos 5.000 personas pasarían durante los cuatro días (del 5 al 8 de mayo) por las instalaciones del hotel Santana, el número final dista de esa previsión. Pero, a pesar de este hecho, las empresas expositoras preveían ayer que las ventas derivadas de la II Feria Inmobiliaria se mantendrían con respecto a la primera edición.
La explicación a ambas realidades parece sencilla, a los ojos de Calvo & Cortés. La I Feria Inmobiliaria, el pasado otoño, coincidió con un momento en que el Estado ofrecía ayudas fiscales por la compra de una vivienda. De acuerdo con Cruz Collado, se generó una “miniburbuja” que benefició la afluencia de público al evento. En cuanto a las ventas, los organizadores han detectado esta vez que los posibles compradores han llegado “con las tareas hechas”, en el sentido de que conocían perfectamente las características de la vivienda que demandaban y la financiación de la misma.
Otra de las conclusiones de la II Feria Inmobiliaria es el “enfado” existente en el sector con las entidades financieras. “El futuro más inmediato del sector está en sus manos”, se advertía ayer desde Calvo & Cortés, que ha constatado durante cuatro días que con relativa frecuencia, “la necesidad de compra se ve truncada por la falta de financiación”.
Para acabar, Calvo & Cortés se congratulaba ayer de que la Feria Inmobiliaria haya dado un gran salto, puesto que con respecto a la primera edición ha duplicado su espacio y número de empresas expositoras. Además, Calvo & Cortés ha logrado la implicación en el evento de la Asociación Provincial de Industrias de la Construcción (APIC), que se ha comprometido a su promoción en Madrid.
