Tras el grave incidente fronterizo que el lunes costó la vida a un oficial israelí, dos soldados libaneses y un periodista de esa misma nacionalidad, ayer llegó el momento de ofrecer explicaciones. Mientras los Gobiernos de Tel Aviv y Beirut se culpaban mutuamente del tiroteo, que comenzó cuando militares hebreos podaban unos árboles en el límite entre ambos países, la ONU concluyó que los soldados judíos estaban operando territorio israelí.
El anuncio de Naciones Unidas fue celebrado por el primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, quien aseguró que corrobora su versión de los hechos. «Nuestra actividad de rutina del lunes fue realizada enteramente en el sur de la frontera, del lado israelí, y el Ejército libanés abrió fuego sin ninguna provocación o justificación», explica un comunicado emitido por Mark Regev, asesor para los medios extranjeros del premier.
Netanyahu consideró el incidente como una «clara violación» de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que puso fin a la guerra que enfrentó a Israel y a la milicia chiita Hizbulá en el verano de 2006, durante la que murieron unas 1.200 personas, en su mayoría civiles libaneses.
Ambas partes se acusan de haber desencadenado las hostilidades en la zona fronteriza, en el peor enfrentamiento que se registra en los últimos cuatro años.
Beirut sostiene que los soldados israelíes cruzaron la línea técnica en la frontera y violaron su soberanía, en tanto que Tel Aviv afirma que una patrulla procedió a la tala de un árbol, movimiento que había sido coordinado previamente con el Finul -la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano-, cuando fue atacada.
Entretanto, en la zona fronteriza ayer se ha podía ver más actividad de la normal de las tropas israelíes, y según medios locales, los soldados han sido instruidos para responder ante cualquier provocación. Fuentes militares hebreas confirmaron que las labores para despejar la verja de vegetación continuaron sin incidentes.
Aunque la Finul admitió en un comunicado que «los árboles que están siendo talados están situados al sur de la Línea Azul, del lado hebreo», añadió que en esa zona el Gobierno libanés tiene algunas reservas en lo que se refiere a la demarcación, así como también las tuvo el israelí en otros puntos en el momento en que se delimitó ese trazado en el año 2000 como la línea de retirada de las fuerzas israelíes del Líbano.
«Sin embargo, tanto el Líbano como Israel confirmaron al secretario general de la ONU que, pese a sus reservas, consideraban la línea como única responsabilidad de Naciones Unidas y prometieron respetarla tal y como está identificada», señala la nota.
El destacado asesor político del Finul Milos Strugar aseguró ayer a la emisora militar israelí que el Ejército de este país les había informado «de que iba a llevar a cabo trabajos de mantenimiento» en la frontera con el Líbano.
Israel ha elevado una carta de protesta al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien el lunes pidió a las partes que ejercitaran la máxima contención.
En un intento de rebajar la tensión y evitar una escalada bélica de mayores consecuencias, el Ejército hebreo participó ayer en una reunión trilateral con fuerzas libanesas y de la Finul, a fin de configurar unas líneas de actuación para impedir que se repitan enfrentamientos como el del lunes.
