Cuenta Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz, que en 1981, siendo ministro de Educación, quiso rehabilitar a Antonio Machado como profesor, porque la dictadura le había expulsado ‘post mórtem’ del cuerpo de catedráticos de instituto. Anunció su intención de incluir uno de sus versos en la orden ministerial y los técnicos del Ministerio le dijeron que un texto legal no admitía versos. Él respondió “que no lo admitía hasta ahora” y consiguió ‘colar’ el célebre proverbio ‘hoy es siempre todavía’.
La vigencia de Machado, de su obra, su vida, ha presidido el Parlamento Poético organizado por la Concejalía de Cultura dentro del programa ‘Constelación Machado’ que conmemora el centenario de su llegada a Segovia en noviembre de 1919.
Mayor Zaragoza y Fanny Rubio participaron en la segunda y última jornada de este debate sobre la poesía y su relación con la actualidad, abordando los conflictos bélicos. Ambos coincidieron al elegir ‘España en paz’, poema de Machado de 1914, el año en el que comenzó la Primera Guerra Mundial: “… mientras la guerra pasa, ¿quién sembrará la tierra? / ¿Quién segará la espiga que junio amarillece?…”
Rubio, antes de su intervención en este debate entre poetas, dijo que don Antonio fue “el eje centrado entre dos españas que se estaban matando y, aunque se inclinó por la mejor, por la que luchaba por el bienestar de todos, hay un momento en el que habla del enemigo pero no lo hace con saña, ni los quiere devorar, ni azuza a la gente contra ellos; les dice: ‘escuchad también al enemigo porque alguna razón puede tener, todos son españoles’. Ese momento regeneracionista, tan noventayochista, me parece sensacional porque tiende puentes hacia distintas posiciones, que se puede llegar a respetar al otro, que es lo que tenemos pendiente en nuestro país ”.
Todos tenemos voz
Mayor Zaragoza habló de la responsabilidad intergeneracional. “Si seguimos callados unos y otros dentro de unos años ya habremos deteriorado irreversiblemente la habitabilidad de la Tierra. Nosotros ya no lo veremos pero los más jóvenes lo pagarán muy caro. Por eso creo que en muy poco tiempo nos daremos cuenta de que todos somos responsables de hablar y de hacerlo rápidamente”.
Cree que a partir de ahora será más fácil, por el protagonismo creciente de la mujer en la vida pública o por la globalización y las tecnologías que permiten “que todos tengamos voz” haciendo que por fin se cumpla el comienzo de la Carta de las Naciones Unidas que dice “nosotros los pueblos”.
Sobre medio ambiente, cambio climático, disertaron por la tarde Juan Carlos Mestre y Angélica Tanarro. El primero, que afirma que uno de los grandes desafíos para la civilización contemporánea es la preservación del espacio natural, añade que “acaso corresponde a los poetas, que son los legisladores invisibles del universo, volver a recordar las viejas palabras de respeto, dignidad, misericordia… no solo frente a un semejante sino también ante el árbol, ante el aire, los ríos, ante todas aquellas cosas inherentes a la pervivencia de la condición humana que han sido masacradas por la usura feroz de los intereses siempre mezquinos cuando son particulares”.
Igualdad
El exministro de Cultura César Antonio Molina y Marifé Santiago, aquí no como concejala sino como escritora y filósofa, abordaron el tema de la igualdad. El primero explicó después de la mesa redonda que lo habían hecho desde una visión optimista pero conscientes de que queda mucho por hacer. Comentó, por ejemplo, que habían hablado de la importancia de la educación formal y también en el núcleo familiar, así como de la responsabilidad del Estado “que tiene la obligación de cuidar no solo de lo físico de sus ciudadanos sino también de su espíritu, porque es el encargado de que haya buenos ciudadanos, infinitamente más buenos ciudadanos que malos”.
Luz Pinchel, Premio Hispanoamericano de poesía Juan Ramón Jiménez, que codirige el Centro de Estudios de la Poesía de la Universidad Popular José Hierro, dijo estar encantada con que este Parlamento Poético haya puesto sobre la mesa temas de actualidad —a ella y a Maribel Gilsanz les correspondió el exilio—. Sostiene que Antonio Machado “es el poeta del tiempo, de los espacios por los que anduvo, de la memoria y eso tiene que ver con los exilios, las migraciones”.
Gilsanz, escritora y artista plástica segoviana, que ha coordinado el Parlamento Poético, se muestra igualmente muy contenta con el resultado y concluye que “la poesía tiene que estar en la vida de las personas” y esta iniciativa ha sido una oportunidad para aquellos que no habían puesto todavía la mirada en esa visión del mundo y si no han llenado en dos jornadas la sala de la Casa de la Lectura donde se han desarrollado estos diálogos entre poetas, sí han acudido en buen número y en algún caso con la fascinación del fan de una estrella de rock.
Si “la poesía es el lenguaje de la delicadeza humana, Antonio Machado es, sigue siendo, ese testigo irrefutable de la nobleza humana… Era el escéptico de los escépticos y un solitario que abominaba de la soledad, esa condición del poeta solo entre la multitud de solos…”, asegura Mestre.
