Señora directora:
En el Adelantado de Segovia leo y veo la foto de la tala de 10 árboles en el Paseo del Salón, (razón tendrán para ello), aunque a pesar de todo, un grupo de vecinos protesta alegando que estaban en buen estado. Cuando protestan por algo será. Bajo mi punto de vista, no lo considero correcto y hasta me parece increíble que hayan procedido a su talado; aunque he de decir que no soy ningún erudito sobre estos temas.
Bueno, pero mi queja es la siguiente, aquí, al principio de Ctra. Villacastín, llevan los árboles muchos años enfermos y no los talan, ni los podan bien. Entran bichitos o pulgones en las ventanas y no las podemos abrir ni salir a la terraza por el consiguiente riesgo para los niños.
Esta misma mañana han estado podando los árboles que están justo enfrente de la Ctra. Villacastín pegando la fachada de la Estación de Renfe, y aquí ni se han acercado (tendrán sus motivos y órdenes para hacerlo).
A todo esto, debo decir que con fecha 5/09/2018 me dirigí a las oficinas de la Concejalía de Medio Ambiente presentando la reclamación oportuna solicitando tomaran urgentemente soluciones a este problema, y hasta la fecha, y salvo error no he recibido respuesta alguna, cuando lo considero que este tema, es totalmente antihigiénico.
La única posible respuesta por parte del Medio Ambiente, puede ser que sí estuvieron en el pasado mes de noviembre, y podaron cuatro ramas, cuando debían haber podado todas las ramas correspondientes a la fachada de los edificios de dicha calle, aunque mejor hubiera sido talarlos y cortar por lo sano y poner otras especies adecuadas que no fueran dañinas y no crearan riesgos.
No dudo de la veracidad y del buen hacer del informe de evaluación de riesgo, así como del estudio técnico que se realizara, todo ello a través de la Concejalía de Medio Ambiente y que fueran seguros. Pero lo que sí es cierto es que ahí están los resultados.
Todos los años entran pulgones y más durante la época estival. Estos árboles, al estar próximos a las ventanas nos da miedo abrirlas porque llegan a entrar hasta en casa debido a la cercanía de las ventanas con los árboles. Sin embargo, y sin ánimo de exagerar, es verdaderamente cierto, que durante la época estival he llegado yo a tocar las hojas con la mano desde mi ventana que da a la estación de tren.
José María Rico Santamaría