Una sesión plenaria con hasta 26 puntos y cuatro mociones que se despachó en apenas dos horas. El pleno más corto del actual mandato municipal y uno de los más insustanciales que se recuerdan. Corto, pero espeso. A la celeridad del pleno también contribuyó que el alcalde, Pedro Arahuetes, no admitiera siete preguntas escritas del PP por haberse presentado, presuntamente, fuera de plazo. “¿Será que tienen mucho trabajo y no han tenido tiempo en un mes de prepararlas y presentarlas?” ironizaba, horas más tarde, el propio Arahuetes en la red social Facebook.
Si alguien esperaba sorpresas, como la del pleno anterior, cuando cuatro concejales del PP abandonaron la cámara, destapando la división interna del grupo popular, se quedó con las ganas. Ayer no tocaban protestas ni debates acalorados. Los sobresaltos del último pleno dieron paso ayer a la tranquilidad y, con ella, a los bostezos, solo interrumpidos por las interferencias en la megafonía provocadas por el móvil activo de alguno de los concejales presentes, que no fue identificado.
El cloroformo se respiraba en el ambiente y convirtió la cita en un pleno rápido y anodino. El alcalde, Pedro Arahuetes, y la portavoz del PP, Beatriz Escudero, tan solo tomaron la palabra en una ocasión. Parece que se guardan las espadas para futuras batallas. El equipo de Gobierno no quería pelea, salvo el portavoz municipal socialista, Juan Cruz Aragoneses, que protagonizó una extensa y deshilachada interveción, en el debate de una moción del PP, intentando buscar las cosquillas a los populares.
Y al grupo municipal del PP le interesaba dar en el pleno una imagen de normalidad, para enterrar la de división, aunque quedó de manifiesto cuando, concluído el pleno, solo se quedaron con Beatriz Escudero a tomar un café, en un bar de la Plaza Mayor, sus tres concejales “afines —Moreno, Antona y Pérez—, a los que se unió Pablo Martín, porque el resto se marchó, quizá a otras cafeterías.
La mayoría socialista tumbó tres mociones del PP, aunque los populares lograron sacar adelante una cuarta iniciativa, la de realizar una declaración institucional para apoyar la candidatura de La Granja para ser declarada por Unesco como Reserva de la Biosfera.
Entre los escasos acuerdos de interés, la aprobación de la prórroga, por seis años, de la adjudicación del servicio de transporte de autobuses a la empresa «Urbanos de Segovia» o la denominación como «Jardín de Delibes» al espacio rehabilitado de la Huerta de los Briz, en reconocimiento al escritor vallisoletano fallecido recientemente. Y ambas se aprobaron por unanimidad.
¿En plazo?
Aunque el PP ya anticipó a este diario que no presentará ninguna reclamación por la no admisión de sus preguntas escritas —sobre el impacto de la subida del IVA, el concierto de Sabina o el conflicto de Horizonte Cultural—, los populares sostienen que las registraron dentro del plazo legal.
Según el equipo de Gobierno, las preguntas no se presentaron con 24 horas de antelación, como exige el reglamento de la cámara. Pero desde el PP se argumenta que la mayoría de las preguntas tendrían que haber sido admitidas, al tener sello de entrada en el Registro Municipal del Ayuntamiento dentro del plazo legal. Las preguntas, según el PP, tienen marcadas horas de registro que van desde 8:44 horas hasta las 9:19 horas del jueves.
Pero el registro municipal abre a las 9,00 horas en punto. Esa es la hora de apertura oficial. ¿La explicación?. Según ha podido saber este diario, un apagón del fluído eléctrico provocó hace unos días la “caída” de los servidores de los sistemas informáticos, de forma que las computadoras arrastraban unos minutos de retraso.
Se quedará en una anécdota. Bueno, una más. La de los bombones que obsequió la concejala Eva Martín por su reciente maternidad. Todo fue tranquilo y dulce. Un pleno anestésico.
