Los españoles somos muy aficionados a poner e intensificar nuestro interés, de tiempo en tiempo, en temas concretos, muy diversos, y ahora nos ha dado por llevar y traer y poner de actualidad eso de la memoria. Con relación a esta palabra, el diccionario de la RAE da unas muy amplias explicaciones, junto a las que recomiendo, al tiempo y una vez más, el “repaso” al muy interesante y actualísimo contenido de la última publicación de dicha docta corporación, “Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica”.
Volviendo a la memoria, ahora tenemos entre manos la dada en llamar histórica, al tiempo que la memoria de algunos olvida otras cosas más cercanas y más útiles al ciudadano, como son los muchos problemas que seguimos teniendo en Segovia, pues a la hora de hacer un balance general, me parece que “las realizaciones” llevadas a cabo en estas últimas legislaturas del mismo signo, quedarían muy por debajo de la generalidad de las cuestiones que hay pendientes en la ciudad. Pero, claro, esto no es fácil de reconocer por los más directamente implicados.
Habría que echar mano al archivo para relacionar varios de esos problemas (aunque siempre hay algunos muy presentes y actuales), como podría ser la intención municipal, expresada en marzo del pasado año, de regularizar la venta pública en zonas monumentales (cuestión de la que no se ha vuelto a hablar, y los que tienen que hacerlo podían haber contemplado, el sábado último, el espectáculo que ofrecía la Plaza Mayor con ropa amontonada en el suelo, los bancos de piedra ocupados para muestrario…); tener nuevas noticias, “nuevas”, sobre eso de que se ha dedicado cierta cantidad de euros para reconstruir el Teatro Cervantes, desaparecido precisamente en una anterior legislatura de los hoy gobernantes; o recordar que hace años se instaló una inadecuada iluminación en el conjunto de la llamada Plaza de las Sirenas, recurrida por vecinos y viandantes a los que se respondió, más o menos, que si no querían eso…ya podían seguir esperando; cosa que, también, aunque no se expresara de palabra, ha ocurrido con los vecinos de las Canonjías, barrio que, según un alto responsable del actual gobierno municipal afirmó el pasado verano, “es el único ejemplar europeo de urbanismo civil románico; no son viviendas románicas, es todo un urbanismo”…Y por mucho “ejemplo de urbanismo”, precisamente esta área es la que desde hace cinco años largos tiene “olvidado” (se obligará a pensar que si intencionadamente), este espacio, hacia el que parece que tampoco se va a prestar atención en los próximos presupuestos ni en los proyectos que se dice inmediatos para otras zonas (también necesitadas pero menos olvidadas, al parecer, si es que se piensa en próximas elecciones).
Claro que, bien pensado, nada de esto parece entrar en eso de la llamada memoria histórica, que va más allá hasta el punto de aprovechar la memoria de las víctimas del nazismo (el horrible Holocausto) para emparentarlas con las del franquismo. Falta ahora un monolito dedicado conjuntamente a la memoria de las víctimas, de TODAS las víctimas, de uno y otro lado, de la desgraciada guerra civil terminada hace 80 años. Lo que extraña es que de algunas de estas cosas no hable la oposición municipal.
En fin, que hay que seguir armándose de paciencia porque ahora, con eso de la tan cacareada democracia, todos parecen, y quieren, tener razón, sin atender a las que los demás puedan esgrimir, es decir, que prevalece eso de que “si tú no opinas como yo, el verdadero demócrata soy yo”. Y, repito una vez más, así nos va.
