El Adelantado de Segovia
viernes, 21 noviembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

El diablejo nuestro de todos los días, don Antonio Machado y el traje…

por Redacción
4 de febrero de 2019
en Opinion, Tribuna
ICONO_FIRMA
Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

El día que el Rey Alfonso XIII abatió 100 faisanes a tiros

Las justas reivindicaciones de los médicos

Luis Mester

David San Juan

Mis padres, gracias a Dios, aún viven y gozan de buena salud. Residen en Madrid y, cuando vienen a vernos, a mí y al acueducto que los sigue enamorando, lo hacen por carretera. Su entrada obligada es por la rotonda del pastor, donde se erigió y se erige esa bellísima escultura de Abella dedicada a un oficio que ha marcado nuestra tierra. Bendita trashumancia. Me lo dice mi madre: “Hijo, cuando vemos al zapatones -así lo llama ella-, ya sabemos que estamos a punto de llegar a tu casa”.

Yo me he quedado con el ripio. Las pocas veces que salgo de mi ciudad para ir a esos pueblos que están más al sur del Portachuelo, retorno por el mismo vial y, al contemplar al pastor, firme entre sus ovejas, no sé qué sensación se apodera de mí (sí que la sé) que me hace entender que he llegado a casa y todo cambia desde entonces. El recorrer esos 400 metros escasos que separan la Choricera de la esquina del Prado Bonal es el momento más feliz del viaje de retorno. La escultura de Abella es, a pesar de su lejanía al centro histórico, uno de los mejores símbolos de Segovia. Toda una solícita embajada a las puertas de la ciudad, como diciendo a sus propios vecinos, a madrileños de fin de semana y a coreanos somnolientos: venid y veréis.

Por ello, me apena muchísimo lo que está pasando con la dichosa esculturilla que se ha colocado en la cuesta de San Juan, fea como ella sola. Me apena por la fama del escultor, que merece ser recordado por muchos otros méritos profesionales, artísticos y sociales. Me apena por la fama mal ganada, en cuestión de cuatro días, que ha alcanzado una ciudad Patrimonio de la Humanidad por la tozudez de unos políticos que no dan su brazo a torcer en una decisión innecesaria e incomprensible. Y me apeno por muchos comentarios que se han vertido (he querido decir vertido) en las páginas de este periódico.

Todos tenemos derecho a opinar sobre este o cualquier otro tema. Es derecho a la libertad de expresión, como el que yo, ahora mismo, estoy ejerciendo y otros lo han hecho sobre este enrevesado y endiablado asunto antes de hoy. Pero me gustaría referirme en especial a un artículo remitido por el que se denomina a sí mismo colectivo republicano Antonio Machado hace ya más de dos semanas. En él, además de defender la imagen del diablo, su figura y su entidad (de ente: ser que existe o pretende hacerlo) con argumentos históricos, artísticos y religiosos -cosas veredes-, cargan en párrafos inconexos contra el Estado democrático, la Monarquía, los obispos, los privilegios de la Iglesia y la propia alcaldesa luciendo como puntas de lanza de su argumentario la represión sufrida por la cofradía del coño insumiso de Sevilla y las ponderadas contribuciones al bien común de un tal Willy Toledo, paradigma del trabajo eficaz y, a lo que parece, dechado y norte de virtudes.

Bien está. Sigan así. Sólo un par de cuestiones me gustaría comentarles, si me permiten. La primera es sugerirles que actualicen sus datos. No es difícil si se meten en Google y hacen una búsqueda de cinco minutos acerca de la financiación de la Iglesia, de la que tanto se quejan en su alegato. Ya no existe ningún concordato de 1979. Lo hubo, pero se derogó por mutuo acuerdo de las partes en 2002, cosas que pasan. Cómprense otro libro. Pidan ejemplares actualizados de su manual. Revisen la Ley de Mecenazgo 49/2002. Encontrarán cosas sorprendentes. No existe ningún privilegio para el sostenimiento de la Iglesia. Nadie la sostiene salvo los que libremente queremos hacerlo con nuestras aportaciones y nuestro tiempo. Por cierto que, en cumplimiento de la legislación vigente, podrían tener el detalle de incorporar una pestaña de transparencia en su página web, en donde expliquen su presupuesto y el origen de sus fondos como lo tiene, por ponerles algún ejemplo sencillo, cualquier diócesis española.

Lo segundo. Creo sinceramente que si llevan el nombre de don Antonio Machado deberían ser más prudentes en sus manifestaciones públicas. Muchos de mi generación lo consideramos, a fuerza de lectura y lágrimas de emoción, uno de nuestros mejores maestros: su sencillez, tolerancia y bonhomía nos han hecho mejores personas. Y su saber decir las cosas claras. Un gigante. Yo me lo imagino en esos paseos que tuvo que hacer por la ribera del Eresma, arrebujadito dentro de su gabán en mañanas de invierno como las de ahora, dando vueltas en su lúcida cabeza a las miserias apresuradas de su tiempo, que parece que nos quieren volver a enredar una vez más: “Españolito que vienes al mundo…” o conversando con el hombre que siempre iba con él, soñando caminos de la tarde mientras esperaba hablar con Dios algún día. Hagan honor a su nombre y no lo usen para intereses políticos arrebatados y espurios que quieren separar a las personas. Don Antonio Machado no fue así. Don Antonio Machado es de todos.

Acabo. Con permiso, señora alcaldesa: muchos creemos que podría recapacitar y retirar la dichosa estatua que no aporta nada a Segovia ni a su gente, su historia y su cultura bimilenaria, tan sólo disensión y polémica. Saldría airosa de la situación haciéndolo a tiempo y demostrando escucha y compromiso efectivo con sus gobernados. El cuento del genial Andersen terminaba con un grito que cambió la forma de ver las cosas de toda una ciudad e hizo desaparecer de una forma amable y divertida los miedos de todos ante un empeño caprichoso e histriónico: ¡El emperador está desnudo! Señora alcaldesa: el diablejo de Segovia es muy feo y está desnudo.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda