Amando García Nuño (Madrid 1955) concentró la atención de los asistentes al acto de entrega de esta decimosexta edición con la lectura del poema ‘Poeta frente al grifo’, que volvió a ser calificado por los miembros del jurado como uno de los mejores que “hemos fallado por su calidad poética, bien hecho, bien medido y muy contenido, con un poso de vida muy importante, tratando el poema en el fondo una meditación sobre la vida, tratado de una forma exquisita literaria de verdadera poesía”, decía el presidente del jurado Fernando Romera. Poema que contó con la unanimidad del jurado al seleccionarle entre los cerca de trescientos presentados al concurso y que en criterio del vocal David Ferrer en la selección siempre hay algo que “te llama la atención como puede ser un verso y en éste hay una palabra preciosa que se utiliza al decir: en un portal, alboradas y ocasos/ que fingen ser ocasos y alboradas/, creo que hay pocas palabras tan poéticas en la historia de la literatura, incluso de la poesía medieval, que la palabra alborada”.
También los componentes del jurado, Francisco Ruiz de Pablos, Fernando Romera y David Ferrer, significaron el hecho de ser la primera vez que recibía el premio un poeta segoviano, además con el aval de contar con trece generaciones, que el propio García Nuño aludió al comentar que en su visita a los archivos parroquiales de la provincia había conseguido hacer un árbol genealógico que se remontaba hacia el año 1600 y donde su apellido García partía de esta zona, de la localidad de Aragoneses.
Coincidencias con Jaime Gil de Biedma
Un segovianismo, compartido con su residencia en Madrid, que manifestaba compartir con Jaime Gil de Biedma, al vivir la tranquilidad y el sosiego de los campos cuando veraneaba en casa de sus abuelos. Además de tener con el poeta la coincidencia de una “esquizofrenia razonada al tener la doble vida de traje y corbata durante la jornada laboral para una vez terminada ésta buscar la libertad, ese espacio que te hiciese contrapesar la rutina diaria”, explicaba tras señalar que el premio recibido no era uno más que se sumara a los más de doscientos recibidos en su trayectoria literaria si no que era el que “más emoción me hace y más ilusión me ha causado por venir de un pueblo de Segovia y llevar el nombre de un poeta tan relevante”.
En relación sobre el contenido de ‘Poeta frente al grifo’ el autor señaló que había mucho de poesía dentro de la poesía pero que dentro de las posibles lecturas había una tan sencilla como que “al final la poesía se puede ir por el desagüe porque lo que siente este hombre que va al lavabo después de un acto como éste y de los aplausos, es que se acuerda de su padre, de un amor de verano o de un recuerdo de la infancia y que todo eso al final de cuentas es lo que queda. El poema hablando de poesía, habla justamente de todo lo contrario; de lo que es la vida transcendiendo a la poesía”, explicó antes de dar lectura al poema galardonado, que fue bien recibido por los asistentes, entre los cuales se encontraba una representación familiar de Gil de Biedma, por la intensidad de los aplausos cosechados.
