La Diputación Provincial se consolida como el “gran animador cultural de la provincia”, con mil actuaciones cada año durante las dos últimas legislaturas. Así lo cree el presidente de la Institución, Francisco Vázquez, que ayer hizo balance del Área de Cultura y Juventud, calificándolo como “espectacular”.
En estos últimos ocho años se han destinado a Cultura 30 millones de euros, lo que ha permitido organizar unas 4.000 actuaciones de los diferentes programas de difusión cultural. A ellas habría que sumar otros tres millones a través del Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero, los Bibliobuses y el Centro Coordinador de Bibliotecas. Y 1.114 funciones más en el Teatro Juan Bravo, que celebró en 2018 su centenario. Un gran nivel de actividad que genera mucho empleo. Cultura cuenta directamente con 29 trabajadores, pero también su actividad supone un gran nicho de trabajo para profesionales como músicos, actores y empresas de luz y sonido.
Vázquez afirmó que la Diputación es también “líder indiscutible” en proyectos culturales muy importantes para la provincia como el Museo Esteban Vicente, cuyo patronato preside. “Ha cumplido veinte años y es un polo de atracción turística y cultural para la provincia”, señaló. También participa en el Centro Nacional del Vidrio, o en proyectos universitarios como la Uned o el IE University, con más de 300 becas concedidas en estos ocho años.
Apoya también a otras instituciones culturales, como la Fundación Don Juan de Borbón, la Biblioteca de Ciencia y Artillería, la Fundación Valsaín, la Fundación Instituto de la Lengua y la Escuela Oficial de Idiomas. De los patronatos de muchos de esos organismos la Institución provincial forma parte, a los que habría que añadir el del Alcázar; o el del Museo Rodera Robles. Asimismo, ha estado detrás de iniciativas temporales de fortísimo impacto como Las Edades del Hombre de Cuéllar, o la muestra sobre el Sinodal de Aguilafuente.
En este sentido, Francisco Vázquez destacó que “las grandes exposiciones que ha acogido Segovia en los últimos años no se hubieran podido celebrar sin el concurso de la Diputación” y puso el ejemplo de las tres del Museo de Segovia (‘Imago Urbis’ o las dedicadas a Emiliano Barral y Pedro Berruguete), y las del Torreón de Lozoya (‘Un mundo por montera’, la de fotografía de Otto Wunderlich o la de grabados ‘Segovia en estampas’).
El presidente recordó el papel que ha desempeñado el Palacio Provincial, que se ha consolidado como uno de los grandes espacios culturales de la provincia.
Los descubrimientos arqueológicos también han centrado la atención de la Diputación, que está impulsando un gran proyecto para hacer visitable la antigua ciudad romana de Confloenta. Otra apuesta ha sido el yacimiento romano de Santa Lucía en Aguilafuente.
Y la Diputación no solo ha llevado la cultura a los pueblos, con los bibliobuses, sino que también ha desplazado a sus vecinos para que puedan disfrutar de ella en la capital. En estos ocho años se han sufragado 100 autobuses anuales, con un coste de 180.000 euros. Eso ha permitido a unos 30.000 vecinos de la provincia ver alguna obra en el Teatro Juan Bravo, alguna exposición en el Museo Esteban Vicente o algún espectáculo de Titirimundi.
