Entendiendo que fútbol es todo lo que sucede en un terreno de juego, resulta difícil agradar al aficionado en los meses de invierno, cuando hace un frío que pela, cuando el campo no está para demasiadas florituras, cuando los jugadores no suelen estar en su mejor momento … y cuando el rival de turno llega a tu casa intentando (de manera más que legítima, faltaría más) que el tiempo pase lo más rápido posible con el 0-0 en el marcador.
La Gimnástica Segoviana trata de superar de la mejor manera posible estos meses complicados, y de momento sigue sumando de tres en tres en La Albuera, ejerciendo de dominador ante oponentes que tratan de buscar la sorpresa de la forma que sus técnicos consideran más adecuada. Pepe García, el buen entrenador del conjunto abulense, la buscó ayer colocando una línea de cinco, más tres trabajadores centrocampistas, arropando a su guardameta. Un planteamiento que dejaba prácticamente cerradas las posibilidades ofensivas, en buena medida por la falta de calidad de sus hombres a la hora de ejecutar los envíos hacia los delanteros.
UN ENTRENADOR ENCANTADO
Manu González señalaba al final del encuentro que le había encantado el partido que había realizado la Segoviana ante la Cebrereña. Posiblemente no estarían del todo de acuerdo con el técnico los 646 aficionados que se dieron cita en la grada del municipal (647 contando a Facundo), y que durante la primera parte tuvieron pocas opciones para aplaudir a sus jugadores. Un cabezazo al palo de Dani Abad en el minuto tres culminando un buen centro de Adrián desde la derecha, un mano a mano de Álex Conde en el único contragolpe azulgrana que el mediapunta gimnástico mandó a la piscina por culpa de un inoportuno desnivel en el campo… y el golazo de Mika en el 43, recogiendo un balón en la frontal, y aprovechando uno de los pocos momentos de duda de los defensores de la Cebrereña para enganchar un potente lanzamiento al que Gordo no pudo dar respuesta.
Salvando esas tres acciones, el resto del primer tiempo se perdió entre una cierta parsimonia en el juego de los locales y las carreras de los visitantes intentando cerrar todos los huecos. Como quiera que durante los primeros cuarenta y cinco minutos los jugadores de la Cebrereña mantuvieron el tipo físico, y que en muy pocas ocasiones la Segoviana fue capaz de enlazar jugadas al primer toque, la mayoría de las acciones ofensivas de los de casa acababan en los tres cuartos de campo, y comenzaban unos pocos metros más atrás, justo donde los visitantes habían despejado el peligro, porque fueron muy contadas las ocasiones en las que los futbolistas abulenses consiguieron dar tres toques seguidos al esférico.
El gol de Mika puso una nota de alivio en el descanso, puesto que de haberse llegado al intermedio con el empate sin goles, la segunda parte corría el riesgo de convertirse en una guerra de nervios. Es lo que tiene contar con un ‘9’ como el cántabro, que es capaz de marcar goles con muy poco, y poner un poco de tranquimazín a los partidos.
HACIENDO CORRER AL BALÓN
Así que la Segoviana salió al terreno de juego en la segunda parte bastante más tranquila, con Dani Abad y Dani Calleja jugando a banda cambiada, en lo que se mostró como un acierto ya que el equipo fue más profundo, y el dominio poco a poco fue mayor, por más que los verdiblancos no cejaran en su empeño de correr y correr en busca del balón desbaratando no pocas acciones locales, y que Álex Conde evidenciara no pasar por su mejor momento de forma, acuciado por unas molestias musculares de las que comenzará a tratarse hoy.
El equipo gimnástico abusó de la posesión, pero tras el gol de Charly, que remató a la red un balón suelto en el área tras un saque de esquina, esa posesión se usó para algo más que para ‘masticar’ el partido, y los cambios contribuyeron a poner ese punto de mordiente al ataque local. Domingo le evitó carreras a Manu, y tanto Gómez como Elías junto con Abad se convirtieron en flechas buscando la diana de la meta visitante, aunque una cierta ansiedad en sus acciones hizo que la elección de los lanzamientos no terminara de ser la adecuada.
El balance ofensivo de la Cebrereña comenzó y terminó con un lanzamiento flojo de Guillermo a las manos de Facundo. El partido comenzó frío y terminó congelado, pero con los tres puntos en el zurrón de los azulgranas. Y a estas alturas de la competición, cuando lo importante es sumar, hacerlo de manera continuada durante el invierno es garantía de poder optar al éxito en primavera. Por más que, en ocasiones, el espectáculo esté en la clasificación, y no sobre el verde.
PUNTOS DE VISTA
Dicen que los partidos que son agradables para el espectador, suelen ser bastante menos vistosos para los entrenadores. Continuando con el razonamiento, los partidos bastante más aburridos para el aficionado son los que mejor valoración tienen desde el cuerpo técnico, como fue el caso del encuentro de ayer.
Manu González no estaba de acuerdo en la apreciación de que el partido había tenido pocas cosas que recordar más que la victoria, y valoraba el hecho de que el equipo había vuelto al fútbol combinativo frente a un rival que había optado por un sistema en el que, con mucho, primaba la defensa sobre el ataque, y puso de manifiesto que el estado del campo “sin estar del todo mal”, tampoco favorecía el juego de toque.
Por su parte, Pepe García valoró el gran desgaste físico que hicieron sus futbolistas, y el hecho de haber conseguido maniatar a la Segoviana durante muchos minutos de la primera parte, si bien reconoció que apenas habían destacado en el fútbol ofensivo.
DAVID TERLEIRA
El gran delantero abulense, que lo fue de la Segoviana en pasadas campañas, sigue de baja a la espera de que un segundo examen médico determine si puede continuar jugando al fútbol, y estuvo en La Albuera saludando a varios de los que fueron sus compañeros en el conjunto azulgrana, y rivales durante muchos partidos. Pero la salud está por encima de cualquier cosa, y todos desearon la mejor de las suertes para el ‘9’ de la Cebrereña.
