Fue algo más que un susto. Pues ocurrió a las siete de la mañana del pasado domingo, cuando los ocupantes de una autocaravana estacionada en una calle de Valsaín se despertaron sobresaltados al oír un gran estruendo.
El matrimonio, con su hijo de 17 meses, se encontraba durmiendo en el interior. Al despertarse por la explosión salieron del vehículo exaltados y comprobaron que la parte trasera de la autocaravana presentaba serios daños. “El fuerte impacto movió toda la caravana, la parte de atrás estaba destrozada, la matrícula había salido arrancada a varios metros de distancia, el parachoques se desprendió y quedaron destrozados los sistemas de cableado, y la conducción de agua y calefacción”, relata Fernando de las Heras, propietario del vehículo, marca Daimler.
Tras lo ocurrido, presentaron la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de La Granja, a la vez que algunos vecinos les comentaron que se estaba celebrando la fiesta de Santa Águeda y de los quintos.
Los daños producidos impidieron que la familia pudiera volver a casa en su vehículo, por lo que debieron llamar a un taxi para regresar a Madrid, su lugar de procedencia, y a una grúa para trasladar el vehículo averiado. Según sospechan los autores de esta “peligrosa gamberrada” colocaron un cohete o algún otro artefacto explosivo bajo la parte trasera del vehículo y salieron corriendo.
Según han relatado los afectados, tanto a esta Redacción como en la denuncia presentada en la Guardia Civil, la explosión pudo haber ocasionado una gran tragedia ya que el vehículo lleva dos bombonas de gas butano para el sistema de calefacción y cocina interior. A priori el valor de los daños pueden superar los 2.000 euros, aunque deben enviarlo a Barcelona para peritarlo.
Los propietarios del vehículo indicaron que no vieron a los autores, aunque por conversaciones con los vecinos de Valsaín, sospechan que fueron los quintos que celebraban su fiesta. “Creo que no han tenido en cuenta lo que podía haber ocurrido”, lamenta el dueño.