El CD La Granja luchó contra todo pronóstico ante el Burgos Promesas 2000. Contra los elementos. Cuesta arriba. Como se puso la segunda parte con la expulsión de Alfonso Berrocal al término de los primeros 45 minutos. En inferioridad numérica hasta potenció sus capacidades, al replegar líneas con un intensivo trabajo en defensa y al aprovechar las virtudes de sus atacantes -Dani Lázaro, Koby y Alcubilla-. Tras un insulso primer tiempo, sin movimientos en el marcador y sin una propuesta concreta por parte de ambos conjuntos, los hombres de Diego Yepes aguantaron con solidez e incluso plantearon más alternativas que los visitantes. Sin embargo, el dicho que tan feo queda de ‘morir en la orilla’ se dio en El Hospital. Un descuido de la zaga granjeña en el último minuto del duelo dio la victoria, en un momento en el que los dos equipos firmaban las tablas, con un gol que remachó Torres.
Volvió La Granja. Su primer partido del año en casa y segundo con Yepes al mando. La llegada del técnico vallisoletano al banquillo del equipo de San Ildefonso presentó reformas en todas las líneas. Desde la portería hasta la parcela ofensiva. Cambios en función del rival, a tenor de los estudios realizados entre semana. El encargado de sujetar el marco fue Truji, que se vio escudado por una zaga definida con Pluma y Pau en los centrales y Cristian y Kike, fijo en la dupla con el capitán, en los laterales. Un once fresco con un centro del campo amparado en la juventud de Berrocal como pivote y Aguirre y Guty un paso por delante. Arriba Lázaro, que retornó a la posición de 9 al igual que lo hiciera la pasada jornada, con Koby y Alcubilla en bandas.
El conjunto visitante presentó espacios significativos entre líneas en los compases de apertura y con escasa sensación de proponer peligro. Más activos salieron los locales. Atisbos de Cerezo y Mota en los costados pusieron de relieve los primeros destellos de los burgaleses, pero sin determinio. Conforme fueron transcurriendo los minutos, los visitantes fueron sumando ocasiones. Mansas de carácter, aunque sirvieron para tomar confianza y sobreponerse a las ganas con las que salieron los de casa.
Trabajo colectivo en defensa de La Granja, liderado por Pluma, pero la propuesta en ataque se fue enfriando. Entró en letargo, mientras que los hombres de Carlos Aguilera continuaban volcándose en sus dominios y presionando la salida de balón desde los pies de Truji. La jugada más clara para los naranjas llegó de un saque de esquina de Gallo, que a punto estuvo de apuntalar Varo.
El plantel granjeño se sacudió un tanto la presión de los visitantes con un lejano lanzamiento de falta de Koby, que puso en apuros a Álex. Yepes parecía tranquilo. El estudio del rival se ceñía a los cánones. En el desenlace de los primeros 45 minutos se dirimió con una posesión más repartida, aunque sin desarrollar ninguno de los dos equipos un control absoluto.
Primera parte tranquila hasta que en la última jugada, Casado provocó a Berrocal y este entró al trapo, siendo amonestado el defensa burgalés y expulsado con roja directa el centrocampista local. Con el paso a vestuarios, el entrenador de La Granja intentó reajustar el sistema con la entrada de Juli por Aguirre y bajó a Alcubilla al medio del campo, quedando el dibujo definido por un 4-3-2, con Koby y Lázaro como hombres de referencia en ataque. Nada más salir Juli vio una cartulina amarilla.
La superioridad numérica del Promesas pronto se cobró la ocasión más clara de todo el choque con un pase cruzado desde la banda de Cerezo con dirección a Gallo, pero el dorsal 7 falló en boca de gol libre de presión.
Pese a esta primera acometida, el cuadro azul no se amedrentó y lanzó iniciativas a la meta contrario gracias al activo trabajo de sus delanteros y al esfuerzo defensivo al replegar líneas. La solidaridad en equipo caracterizó la puesta en marcha de los locales, que llegó incluso a dejar sin ideas al adversario.
De un remate de Pau, precedido de un escorado saque de falta de Koby, pudo hasta ponerse por delante el conjunto de San Ildefonso. El encuentro pasó a un trance de transición. Un trasteo en territorio de brega, con entradas a destiempo como las de Guty, Cristian o Pau. Pese al derroche físico de los locales, solo salió Mario en el lugar de Koby y llegaron al tramo final con solidez. Aguantaron de forma solvente con un importante esfuerzo de todos, destacando en la creación jugadores como Alcubilla o Lázaro.
Apenas quedaban tres minutos y ambas plantillas firmaban las tablas, pero un despiste de la zaga granjeña dejó a Cerezo solo frente a la estampa de Truji y, pese a tocar el esférico el guardameta local, en su desvió Torres apareció para remachar el balón libre de marcas y descorchar el marcador. Un gol que fulminó el firme esfuerzo de los hombres Yepes y que dio los tres puntos al Promesas cuando daban el empate por bueno.
