El I Foro Abierto de Salud y Gastronomía —organizado por el espacio de ocio culinario Cucharrena y la Fundación Caja Rural— contó ayer con el diplomado en Dietética y Nutrición Pablo Zumaquero, quien desmontó algunos de los mitos actuales asociaciados a la alimentación y abogó por las buenas costumbres en su conferencia ‘Menos dietas y más hábitos saludables’.
Zumaquero comenzó afirmando que, “dogmas en alimentación, muy pocos”, es decir, que no se puede generalizar diciendo que todas las personas tienen que beber dos litros de agua al día o comer cinco veces. “Estoy hay que personalizarlo, porque con el sedentarismo que hay hoy en día, comer cinco veces al día, cuanto menos, es raro”.
Habló también de un fenómeno conocido como ‘ingesta emocional’, uno de los peores hábitos alimentarios. “Estoy aburrido en mi casa y me da voces el frigorífico y, como no tengo nada que hacer, me como un pastel”, explicó. “Eso pasa porque tenemos muchas insatisfacciones, hemos perdido muchos estímulos naturales, estamos todo el día encerrados en casa, nos agobia el trabajo, tenemos estrés, hay poco tiempo para nosotros mismos… y lo compensamos con un placer momentáneo y fácil como comernos un bollo”, una costumbre nada recomendable para el dietista, que se supera “cambiando los ámbitos, porque el sobrepeso es una situación crónica, no vale de nada que hagas durante tres meses una dieta y luego vuelvas a lo de siempre, hay que superar los problemas reales”.
Para ello, hay que cambiar los hábitos actuales, porque “la dieta que llevamos hoy en día es tremendamente mala. Lo segundo que más comen los niños es bollería. El consumo de repostería y bollería es extremadamente alto, aunque nos autoengañamos diciendo que no. Y lo malo no son las calorías, sino que nos desregula totalmente”.
Y es que, dijo, “no se le tiene respeto a los bollos y, si no hay información, los vamos a seguir consumiendo. A nadie se le ocurriría ofrecer un cigarro a un niño, pero con un bollo no pasa nada. Y mientras el Gobierno pase del tema y permita a los anunciantes de estos productos basura que sigan anunciándolo como algo bueno… Los productores utilizan estrategias de marketing, no buscan la salud, y la publicidad nos engaña deliberadamente”.
Por ello, reiteró, es el Gobierno, a través del Ministerio de Sanidad, el que debe comenzar a dar información real sobre los productos que hay en el mercado. Y fundamental es también “educar a los padres, porque los niños sufren lo que hacen los padres, que tienen una información totalmente distorsionada (…) Pero hay que empezar desde el Ministerio de Sanidad, porque esto cada vez va
peor: uno de cada tres niños tiene sobrepeso u obesidad, el gordito ya no es el raro”.
Y tener un niño con sobrepeso “provoca trastornos en los comportamientos alimentarios, trastornos psicológicos y lo que supone en los cambios del cuerpo, porque un niño con obesidad está condenado a una obesidad para toda la vida, por los cambios fisiológicos que sufre”.
Eso sí, Zumaquero no descartó el poder darse un capricho de vez en cuando, como salir de tapas, que no es ni bueno ni malo, sino que “depende de la frecuencia con la que lo hagas, yo animo a la gente a que se divierta, un día o dos por semana, para tener vida social… Pero hay que preocuparse por lo que comemos en casa, que es el 90 por ciento”, y ahí es donde los hábitos tienen que ser realmente saludables.
Cristina Abreu, el próximo jueves
Cristina Abreu —licenciada en Medicina por la Universidad de Navarra y especialista en Endocrinología y Nutrición— cerrará el Congreso de Salud y Gastronomía el próximo jueves, día 19, con la conferencia ‘Somos un manojo de hormonas y terremotos bioquímicos’.
Abreu destaca fundamentalmente por su fuerte compromiso, junto con su equipo, en el desarrollo mediante la investigación científica de la prevención y tratamiento de la diabetes y la obesidad con una mirada especial al colectivo infantil. Es una profesional sensible a la mejora en la interrelación con el ciudadano para la mejora en la prevención y tratamiento de estas dos grandes pandemias. Ha sido recientemente galardonada por su labor de investigación y comunicación.
