Las obras de reurbanización de las calles San Francisco y Muerte y Vida de Segovia comenzarán el próximo mes de noviembre, según anunció ayer la alcaldesa accidental de Segovia, Claudia de Santos, en el encuentro habitual de los jueves con los medios de comunicación. La Junta de Gobierno Local aprobó la adjudicación de los trabajos a la empresa Viales Padasilma, por un presupuesto de 341.434 euros, al ser la oferta más ventajosa. El Ayuntamiento reducirá en unos 160.000 euros la inversión inicial prevista en este proyecto, que era de 500.000 euros.
Las obras de reforma de este importante eje comercial de la capital segoviana se desarrollarán entre los meses de noviembre próximo y junio de 2014, y ya se ha consensuado con la agrupación de comerciantes de la zona dos paradas de la obras en las vacaciones de Navidad y Semana Santa. Claudia de Santos confirmó ayer que las actuaciones comenzarán en la plaza de Somorrostro y continuarán por las calles Muerte y Vida y San Francisco hacia la plaza del Azoguejo.
El objetivo prioritario de este proyecto es la renovación de la red de abastecimiento de agua y saneamiento, así como el soterramiento de cableado eléctrico y de comunicaciones. Así, la intervención supondrá la eliminación parcial del cableado ahora existente en las fachadas de los edificios de estas calles. De igual forma, la actuación también prevé modificaciones en las aceras de las dos vías.
Por lo que respecta a la estética de San Francisco y Muerte y Vida, una vez que hayan terminado las obras, seguirá una línea similar a la de otras calles del centro en las que ya se ha intervenido. Los espacios peatonales quedarán cubiertos con losas de granito, mientras que se utilizará el adoquinado en los lugares delimitados para el tráfico de vehículos. Las farolas serán de tipo ‘isabelino’, las habituales en la ciudad.
Claudia de Santos destacó el consenso alcanzado con los comerciantes de San Francisco y Muerte y Vida para que las obras se paralicen durante las Navidades y la Semana Santa para que no afecten a las compras que durante esos periodos se incrementan. En este sentido, comerciantes de esta zona, han afirmado en diferentes ocasiones que la renovación integral de estas calles supone una obra muy necesaria y largamente esperada, debido a las frecuentes roturas en la red de aguas. Sin embargo, algunos pequeños empresarios de la calle también consideran que las obras llegan en el peor momento, el de la recesión económica y la brutal caída del consumo, donde las lógicas molestias asociadas a cualquier calle en obras pueden redudir aún más el número de sus clientes.
