La organización agraria Unión de Campesinos de Segovia-UCCL ha advertido del peligro de la entrada masiva de lechazos procedentes de otros países a los mataderos de Castilla y León, lo cual puede dar lugar a engaños en su identificación y pide que se haga una especial vigilancia en la trazabilidad de los productos de Castilla y León para que a los hogares llegue el producto que realmente se quiere comprar.
Según explica esta organización agraria, estas prácticas pueden ser la puntilla para un sector muy afectado por los bajos precios que perciben y por el incremento en el precios de los imputs —en especial el precio del pienso que se ha incrementado en torno al 9%— y dejando los precios que se pagan al productor de Castilla y León “por los suelos”.
Desde UCCL-Segovia reclaman que durante estas fechas se preste una especial atención a la venta de productos alimenticios y se incrementen los controles en la trazabilidad de los lechazos. Además exigen una mayor transparencia en el etiquetado que permita identificar de forma clara y concisa el origen de los lechazos que se comopran y que permita al consumidor elegir cómodamente y correctamente lo que desea comprar.
En esta línea, recuerdan que los fraudes en los lechazos durante estas fechas navideñas se incrementan al aumentar exponencialmente el consumo de alimentos. Por eso “es importante que el etiquetado sea adecuado, claro y visible, incluso cuando la venta del lechazo sea en canal, para evitar el fraude al consumidor”, agregan.
Igualmente esta organización agraria pide un control exhaustivo en la trazabilidad de los lechazos, que evite la venta de lechazos de otros países como si fuera lechazo de Castilla y León, ya que se trata de uno de los fraudes más comunes en estas fechas, debido fundamentalmente al elevado coste que alcanzan durante estas fechas navideñas. El tema ha sido objeto de controversia en la propia Lonja de Segovia.
Una alerta similar ya fue lanzada el año pasado por estas fechas, cuando desde Asaja señalaban que de los 300.000 lechazos que se sacrifican en la Comunidad de cara a las navidades, 120.000 son franceses. Así pues, con ese 40 por ciento del total abriéndose paso en el mercado, la organización Asaja también espera que las administraciones públicas tomen nota y exijan la identificación clara del producto estrella y casi exclusivo de Castilla y León.
