La ministra de Economía y Empresa lamentó las críticas lanzadas por el PP, que exigió su dimisión ante el Congreso, lamentando que recurran a “ataques personales, absolutamente infundados”: “Muy bien debemos estar haciéndolo cuando ya están recurriendo a ataques personales absolutamente infundados, las tergiversaciones y los infundios”, dijo.
Así, durante la sesión de control al Gobierno celebrada ayer en el Congreso, Calviño se escudó de las acusaciones del PP por su supuesta sociedad instrumental replicando que “los insultos son como las balas, sólo hacen daño cuando aciertan”. “Y señoría, ustedes no dan ni una”, apostilló, dirigiéndose al diputado popular Eloy Suárez Lamata.
Suárez Lamata exigió la dimisión de la ministra, pues cree que “no tiene ninguna credibilidad”, ni ante Bruselas, por enviar “un gasto sin techo”, ni en este país por haber eludido impuestos a través de una sociedad instrumental. “No está en condiciones de dar lecciones de nada ni permanecer en el Gobierno ni un minuto más”, espetó.
Y es que, para este diputado, la ministra “ha dilapidado” durante su mandato como ministra “todo su crédito ganado durante mucho tiempo”, al enviar el plan presupuestario con un déficit no autorizado por el Congreso, asegurar que tenía el aval de la AIReF («cosa que no es verdad”, dijo) y “decir que la Comisión veía con buenos ojos las cuentas que había enviado”.
Sin embargo, prosiguió, Bruselas “le dio una sonora bofetada a las cuentas públicas” al cuestionar la viabilidad de los objetivos de déficit, deuda y ajuste estructural planteados por el Ejecutivo en su borrador presupuestaria.
En este sentido, recordó que en su momento Calviño llegó a decir que “con los números no se juega, y mucho menos con la credibilidad de este país”. “Le pregunto, ya que ha jugado con ella, ¿cuándo piensa dimitir?”, dijo.
“De momento estoy muy satisfecha con mi desempeño como ministra y mi intención es seguir trabajando para contribuir todo lo que pueda a mejorar el bienestar de nuestros conciudadanos”, replicó Calviño, que lamentó la “política obstruccionista y de bloqueo” que, a su juicio, practican los populares.
Así, aseguró que, ante la llamada del presidente Pedro Sánchez, aceptó volver a España para ser ministra “por verdadero patriotismo” y “hacer todo lo posible para mejorar la vida” de los españoles y que, frente a ello, “sólo” ha “visto del PP obstruccionismo, ataques, críticas, incluso yendo en contra del interés de nuestro país”.
Además, defendió el “máximo rigor” a la hora de hablar de cuestiones fiscales y ha recordado que el anterior Gobierno del PP “no dudó en hacer una reforma fiscal” cuando el déficit público superaba el 5% del PIB y la deuda pública se aproximaba al 100%, “poniendo a España al borde de la sanción”.
“Todo el mundo tiene claro el compromiso con la disciplina fiscal de este Gobierno, pero también con las políticas sociales para reducir el desequilibrio y la desigualdad, que es una de las grandes lacras que nos atenazan”, apostilló.
