Hacia las 15.25 de la tarde se declaraba un incendio en el segundo piso de uno de los bloques de la Cooperativa Santa Clara, concretamente en el número 50 de la calle María de Molina. Los vecinos daban la voz de alarma al observar la gran cantidad de humo que salía por la terraza, donde también se observaban algunas llamas. Una dotación de los bomberos se personó a los diez minutos del inicio del suceso, al igual que los servicios sanitarios, Policía Local y Guardia Civil. Rápidamente desalojaron el edificio al completo, en el que habitan algunas familias de ancianos, y los pusieron a salvo en las zonas ajardinadas. Las llamas seguían avanzando acercándose al piso superior; la rotura de los cristales debido al calor sorprendió a vecinos y curiosos que se agolparon en los alrededores.
Los bomberos acudieron al segundo piso por la misma terraza, previa extinción de las llamas, y se adentraron en el interior también por la puerta, que tuvo que ser forzada por un vecino momentos antes, según afirmaron algunos testigos. La rápida actuación de todos los servicios consiguió evacuar a un matrimonio que se encontraba en el interior de la vivienda y a otro hombre, que fue ayudado también por un vecino.
A.G.C., de 84 años, fue atendido por los servicios sanitarios en una de las entradas a su vivienda, afectado por la inhalación de humo; presentaba diversas quemaduras en su cuerpo. Finalmente se desplazaron al lugar Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió una ambulancia de soporte vital básico, el equipo médico del centro de salud, una UVI móvil y un helicóptero medicalizado, en el que se trasladó a dicho varón a la unidad de quemados del Hospital Río Hortega, en Valladolid. Horas más tarde se confirmaba la noticia de su fallecimiento entre la sorpresa de algunos vecinos que lo vieron consciente mientras era atendido en la calle tras el suceso.
Su esposa, M.G.C. de 87 años, pereció en el interior de la vivienda. Los servicios sanitarios habían intentado reanimarla durante varios minutos, sin éxito, hasta que confirmaron también su fallecimiento, previo a la del varón.
Hasta el lugar de los hechos se acercaron miembros de los servicios municipales y el concejal de Tráfico y Seguridda, que anticipaba en sus declaraciones que las causas del incendio son desconocidas. Algunos vecinos hablaron de un cortacircuito como detonante, pero no se ha confirmado aún.
El testimonio de los vecinos, muy afectados, relataba que uno de los varones salió pidiendo auxilio a las escaleras, y fue ayudado a salir por el vecino de enfrente, quien también intentó rescatar a la mujer sin lograrlo. Sin embargo, las declaraciones fueron confusas a lo largo de la tarde, a la espera de más datos de fuentes oficiales.
El resto de habitantes del bloque de pisos, así como de la zona residencial y, en general, de toda la localidad, se mostraba consternado por el suceso, que no pareció tan grave en un primer momento. El matrimonio vivía en Cuéllar y descendía del núcleo de Arroyo de Cuéllar. Ambos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Segovia, en el Tanatorio San Juan de la Cruz, para realizarles la autopsia.
Tras la llegada del juez y el forense, se procedió al levantamiento del cadáver, hacia las 18.30 horas. El estupor en el vecindario se palpa aún hoy ante los dramáticos hechos acontecidos. Numeroso público asistió al suceso en directo, que igualmente fue seguido por medios de comunicación locales, regionales y nacionales. A la espera de más datos que esclarezcan los hechos que iniciaron el incendio, el aspecto de la vivienda es visible desde la zona de La Resina. El salón y la terraza quedaron calcinados dada la virulencia de las llamas. Incluso se pudo observar a los vecinos de las viviendas colindantes ventilar las suyas, debido al intenso humo que se propagó por todo el bloque aunque cesó a las pocas horas. Cuéllar trata de recuperarse hoy del suceso que alteró la tranquilidad de sus habitantes con tan trágico final para dos de ellos.