Aquellos que conocimos la andadura inicial del Cross Internacional de Cantimpalos ¿verdad, Pedro?, vivimos sus dificultades, la locura frenética por cerrar las listas de los que, figuras ellos, iban a tomar parte…. eran los tiempos de la vallisoletana Valderrama, ganadora en varias ocasiones, de Gema Gómez, Paco Guerra, Víctor López… de la presencia de cientos de escolares llegados de Madrid, Castilla la Mancha… que junto con los de nuestra región ponían a prueba el eficaz trabajo de los jueces.
Eran los tiempos en los que Juanjo Fuentes, Luis García, J.M. Rodríguez… acudían a las seis de la mañana a marcar el recorrido, con frío y barro hasta las cejas ¡anda que no!, que ni los bocadillos de chorizo -los preñaos-, podían aliviar; donde sacar el cuaderno y el boli para anotar alguna incidencia era devolverlos al bolsillo con hielo sobrevenido. Eran otros tiempos que no voy a valorar, pero me quedo con ellos.
En ese equipo de personas que ayudaron a que el cross naciera, se mantuviera y llegara a lo de hoy, también se encontraba Isaac Sastre Rivera. Siempre, o casi, tenía ‘pupilos’ en la línea de salida. Su experiencia, en aquellas reuniones en la sala del Ayuntamiento, siempre era aceptada. Ahora que la Diputación ha salido de su ensimismamiento económico, apoya más (todo dependía entonces, y puede que ahora también, del color político del que se ‘tiña’ la alcaldía), puede que el cross vuelva por sus primeros pasos. Lo que no deja de ser nada más que una impresión personal. Seguramente estaré equivocado.
Lo que sí considero un acierto total, tanto de Ayuntamiento, del Club Deportivo ‘La Vega’ y la propia Diputación, es que la prueba haya dado un salto cualitativo al conectar el cross con la figura de Isaac. Cierto que el excelente técnico, gran persona y amigo siempre del atleta se hubiera merecido el reconocimiento en vida y no post mortem. Pero… somos así.
De Isaac podría decir yo, amigo en varios tramos del camino de la vida, parafraseando a Antonio Machado, que jamás “persiguió la gloria”. Lo suyo era el convencimiento a través de la palabra. Pausada, sin prisa. Un tipo especial para los deportistas.
Nunca se dio importancia. Y podía.
