La Muralla de Segovia cuenta ya con un poco más de esplendor, el que se le ha dado en la zona de San Millán, en los paños 15 y 16 y el cubo que los une. Y es que el Ayuntamiento ha recuperado esta parte de la Muralla tras unos trabajos realizados con carácter de urgencia.
“Esta zona había sufrido daños a lo largo del tiempo por el agua, las filtraciones y las escorrentías, lo que nos ha obligado a intervenir en el cubo, eliminando los depósitos que se habían ido adhiriendo al propio cubo y utilizando mortero de cal —explicó la alcaldesa, Clara Luquero—. Además, se han recolocado los elementos de mampostería y se ha rehabilitado parte del esgrafiado”. Eso en cuanto a la Muralla, pero también se ha intervenido en el sustrato rocoso, ya que “había riesgo de desprendimiento, así que se ha retirado el material de mayor riesgo y se han colocado grapas o testigos para fijar las rocas”, apuntó.
Esta intervención se realizó con carácter de urgencia, puesto que el peligro de desprendimiento suponía un riesgo para la seguridad de las personas y para el conjunto del monumento, pero, añadió Luquero, “está dentro de la
línea de actuación del Ayuntamiento. Siempre hemos dicho que la Muralla era la gran olvidada del patrimonio monumental y durante el Gobierno socialista se han invertido seis millones en distintas zonas, sobre todo sobre la zona norte”.
Asimismo, se han llevado a cabo otras actuaciones, como la adquisición por parte del Consistorio de espacios aledaños a la Muralla, “como los solares de la cuesta de Santo Domingo de Guzmán
—donde el martes se derribó una casa construida en los años 30, que estaba adosada a la Muralla—, porque hay que ir eliminando esos elementos añadidos, extraños, y dar visibilidad a nuestra Muralla, que es interesantísima y está a la altura de otras murallas que se han convertido en el icono de sus ciudades, porque es un monumento fundamental de nuestro patrimonio histórico y hay que conservarla y recuperarla con acciones como esta, evitando el derrumbamiento y actuando mediante subvenciones y poco a poco hasta completar todo el recorrido”.
Por ello, reiteró la alcaldesa en una visita a la zona para controlar el estado en el que ha quedado la Muralla tras esta actuación, “en la medida de nuestras posibilidades vamos adquiriendo esas edificaciones, para limpiar la muralla, mejorar la visibilidad y, en otras zonas, para evitar que se construya perturbando las vistas. Es una labor municipal y lo importante es ir poco a poco, pero no parar”.
Durante los trabajos de urgencia en los paños 15 y 16 y en el cubo que los une, “también se ha hecho una intervención de medio ambiente, manteniendo los orificios para que aniden las aves protegidas, como la chova piquirroja, y las lagartijas, que están protegidas”.
En este sentido se manifestó también la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, quien destacó “el respeto a la biodiversidad que hemos tenido en esta rehabilitación. Hay seis tipos de huecos diferentes, algunos que había y otros que se han hecho, porque hay como quince especies que se están protegiendo aquí, y está funcionando, porque las aves están anidando en esos espacios”.