El fiscal de París, Remy Heitz, anunció que pedirá penas de hasta 7 años de cárcel para los detenidos este sábado en la tercera jornada de protestas de los conocidos como “chalecos amarillos”.
Heitz explicó que concretamente se les imputarán delitos tales como actos violentos contra la autoridad, daños a bienes de utilidad pública, organización para perpetrar actos violentos o portar armas, informa la prensa francesa.
“Estos delitos tienen penas asociadas de entre 3 y 7 años de cárcel”, eplicó Heitz, quien subrayó que cada tribunal tratará de forma individualizada cada caso.
Heitz confirmó que hay 378 personas detenidas en las comisarías de París por los disturbios del sábado y subrayó que entre ellas hay “perfiles distintos”. “Hay muchos hombres de 30 a 40 años llegados de provincias (…). Vienen a pelearse con la Policía en nombre de los chalecos amarillos”, pero también hay “jóvenes de la región de París que buscan delinquir aprovechando la oportunidad”, afirmó el fiscal.
También compareció ayer el prefecto de la Policía de París, Michel Delpuech, quien confirmó 412 arrestos durante la jornada del sábado en la capital. “Es un nivel que no se había alcanzado nunca en las últimas décadas”, explicó.
Al ser interrogado sobre la movilización policial, Delpuech defendió el dispositivo “significativo” desplegado en los Campos Elíseos, epicentro de las protestas, con efectivos de distintas divisiones.
Por su parte, Bomberos informó de un total de 249 incendios en la capital, incluidos 112 de vehículos, 130 inmuebles y seis sucursales bancarias, aunque advierten de que “el censo está aún en progreso”.
Desde las páginas de Facebook impulsoras del movimiento de protesta se publicaron ya convocatorias para manifestarse de nuevo el próximo sábado, el cuarto consecutivo. El 8 de diciembre la marcha partirá desde la plaza de La Bastilla y terminará en el Arco del Triunfo. Casi 7.000 personas confirmaron ya su asistencia y 47.000 más aseguraron que están interesadas.
A nivel político, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió al primer ministro, Edouard Philip, que organice una recepción para los líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria y los representantes de los “chalecos amarillos”.
“Esto es muy preocupante”, afirmó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en una entrevista. “No es posible tener durante semanas y semanas estas escenas de disturbios y degradaciones”, añadió al tiempo que pidió fondos para ayudar a compensar a los comercios afectados por la violencia.
