Izquierda Unida elevará al pleno de mañana viernes una moción para que la Empresa Municipal de Vivienda (Evisego) actúe como intermediario entre los propietarios de las viviendas vacías que hay en la ciudad, para que las pongan en alquiler a unos precios asequibles, y los posibles arrendatarios.
El objetivo es poner en marcha un programa social de viviendas en Segovia, porque “los datos que tenemos son bastante preocupantes, primero porque hay un alto índice de viviendas vacías y segundo porque los precios de los alquileres son de los más caros de la Comunidad”, explica Ángel Galindo, portavoz de IU.
Añade que, “según un estudio del INE de 2011, el número de viviendas vacías ascendía a 4.966 en Segovia, que es el 17,2 por ciento del total. Este número seguro que ha aumentado por la bajada del censo poblacional, así que ante esta situación creemos que desde el Ayuntamiento se pueden tomar medidas para intentar bajar el precio de alquiler y facilitar el acceso a la vivienda, que es un derecho fundamental”.
Segovia tiene casi 5.000 viviendas vacías según los datos del INE
La agrupación de izquierdas aportará el ejemplo de Valladolid, donde también hay una empresa municipal de vivienda que realiza esta función de intermediario. A los propietarios de las viviendas les ofrece ventajas como asegurar que se va a cobrar el alquiler todos los meses, que la casa quedará en buenas condiciones cuando el inquilino se vaya e, incluso, se facilitan créditos para realizar reformas y poder poner la vivienda en alquiler. En cuanto a los inquilinos, se les ofrecen precios asequibles, de entre 300 y 450 euros al mes, y con la garantía de que no superen el 30% de su salario.
“Lo bueno de presentar una propuesta que ya se está haciendo es que no hay excusas de que aquí no se puede hacer”, asegura Galindo, por lo que se instará al Ayuntamiento a que “se realice un programa de vivienda adaptado a las características y necesidades de la ciudad de Segovia, y se designe una partida en los próximos presupuestos de 2019 para llevarlo a cabo”.
Y es que, “tener tantas viviendas vacías genera un problema económico, porque es un patrimonio de alto valor al que no se está dando uso; también un problema social, porque la vivienda es un bien de primera necesidad que efectivamente tiene que cumplir una función social y, en ningún caso, especulativa; y también genera problemas porque se está produciendo una ocupación del terreno cuando no hay necesidad de más vivienda”.
