El Parlamento catalán aprobó ayer una proposición de ley que blinda en Cataluña los festejos taurinos que no acaban con la muerte del animal, conocidos como correbous, casi dos meses después de acordar la prohibición de las corridas de toros en esta Comunidad a partir de 2012.
La regulación por ley de los requisitos que deben cumplir estos espectáculos salió adelante con 114 votos a favor, 14 en contra y 5 abstenciones, aunque la atención del debate se situó en la diferencia de trato que se da a ambos espectáculos.
Los partidos que forman el Govern defendieron posturas diferentes, ya que el PSC volvió a dar libertad de voto, ERC votó a favor e ICV-EUiA en contra, mientras que CiU y PPC respaldaron la propuesta y Ciutadans se abstuvo.
A pesar de que mantienen posturas antagónicas, los ecosocialistas, por una parte, y el PP catalán y Ciutadans, por otra, coincidieron en censurar especialmente a CiU y a ERC por la diferencia de criterio y de discurso que a su entender mostró en solo dos meses de diferencia.
Los representantes de PSC, CiU y ERC, por su parte, argumentaron que las tradiciones, por sí solas, no justificaban su continuidad, y que la normativa aprobada ayer pretendía adaptar esta costumbre a la «sensibilidad ética» actual.
En nombre de ICV, el diputado Daniel Pi tildó la proposición de «interesada e innecesaria», y denunció que algunos partidos apoyaran ayer esta proposición «para hacerse perdonar por la aprobación de la iniciativa popular sobre los toros».
Como prueba de las contradicciones que apreciaba en ERC y CiU, subrayó que, si bien estos grupos negaron cualquier carga identitaria en el debate sobre las corridas, ayer respaldaron una norma que destaca que los correbous son un «acontecimiento extraordinario, propio de las raíces más profundas de Cataluña».
Por su parte, el diputado del PPC Joan Bertomeu, protaurino, criticó que algunos partidos defendiesen eliminar las corridas y ahora pretendan aparecer como «salvadores de los correbous», y deploró que algunos grupos se preocupen por los toros y no por «las 57 criaturas» víctimas de abortos cada día en Cataluña.
También generó polémica el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, al subrayar que algunos grupos exhibían una «doble vara de medir» simplemente porque piensan en las elecciones catalanas, y citó al fallecido José Antonio Labordeta para comentar que la inoportunidad de esta ley se merecería su expresión de A la mierda.
Tanto el diputado de CiU Francesc Sancho como la diputada Núria Ventura (PSC) evitaron entrar en comparaciones con el debate sobre las corridas de toros, mientras que la representante de ERC, Marta Cid, destacó que los correbous no son un negocio y que no implican la muerte del toro.
Sancho lementó el «tremendismo» del PPC al mencionar el aborto, mientras que la diputada socialista se limitó a comentar que estos festejos, «que son un símbolo de identidad» en el sur de Tarragona, se deben adaptar a las «nuevas realidades», y criticó que se trate de «asesinos» a quienes los defienden.
La proposición solo permite los correbous en las poblaciones con tradición en estos espectáculos, que son 36 en toda Cataluña, 26 de ellas situadas en las tierras del Ebro y, a diferencia del código de buenas prácticas que se usaba como referencia actualmente, será de obligado cumplimiento.
En la exposición de motivos de la proposición, se asegura que la normativa busca, además de garantizar la seguridad de las personas en estas actividades, la «protección» de los propios festejos y del animal que participa en ellos.
La ley precisa que el organizador de cualquier acto de este tipo (ya sea el toro ensogado, el embolado o festejos en una plaza o en la calle) deberá comprometerse por escrito a que «los animales no serán maltratados», y que un veterinario inspeccionará a los toros antes y después del espectáculo, para determinar si han sufrido algún daño.
Aunque «no es preceptivo el sacrificio del animal», si éste se ha de sacrificar, «hay que hacerlo en un matadero debidamente autorizado», dice la norma aprobada, que también contempla sanciones para los infractores.
