La primera ministra británica, Theresa May, ratificó ayer que su país comenzará a partir del próximo mes de marzo el proceso de salida de la Unión Europea y que lo hará “con plena integridad” gracias a su plan, según hizo saber durante un coloquio con los oyentes de la emisora LBC.
“Todo lo que hay en el acuerdo negociado con la UE está orientado a garantizar que nos vamos el 1 de enero de 2021, y este acuerdo dará por terminado el libre movimiento de personas”, añadió May en relación a la fecha en la que terminará el periodo de transición marcado por ambas partes y Reino Unido comenzará su andadura como país disociado del eurobloque.
De cara a la votación pendiente en el Parlamento sobre el acuerdo del brexit, May expresó su deseo de contar con el respaldo “de todos los diputados”, y confió en que el paso del tiempo hubiera calmado los ánimos tras un día, el jueves, en el que tuvo que defender su plan a capa y espada entre una ola de críticas y dimisiones entre su gabinete.
Disciplina
En este sentido, May se negó a elucubrar sobre la posibilidad de que los diputados conservadores tengan libertad para romper la disciplina de partido durante la crucial votación de su acuerdo en el Parlamento.
“Yo me voy a limitar a llevar el acuerdo al Parlamento y serán los diputados quienes tendrán que decidir qué hacer, desde la responsabilidad colectiva. La posición del Gobierno ante la Cámara de los Comunes ya está clara”, añadió.
May ha tenido palabras de recuerdo para su ex ministro para el brexit Dominic Raab, dimitido ayer, y destacó la importancia de mantener al menos a un defensor de la salida del país entre sus filas como es Michael Gove —a quien se ve como posible sucesor de Raab—.
“Su ministerio, el de Medio Ambiente, tiene probablemente más planes sobre el brexit que cualquier otro. Espero que continúe”, declaró la primera ministra ante los medios de comunicación. Ayer, Gove se negó a hacer declaraciones a la salida de su domicilio sobre la posibilidad de reemplazar a Raab.
