Como cenicientas, y cenicientos, debieron sentirse los fumadores en la medianoche de ayer, las cero horas del día 2, cuando advirtieron, o les recordaron cordialmente, que entraba en vigor la conocida como nueva Ley antitabaco. Aunque siempre hay quien se hace el despistado y también quien hace la vista gorda, en las primera horas de aplicación de la prohibición, lo cierto es que, en general, la mayor parte de los fumadores segovianos salieron a la calle a fumar sin necesidad de ser advertidos o recriminados.
Otra cosa distinta es que se muestren conformes con la medida. La mayoría la asume pero la critica, aunque también hay quien la comprende y piensa que es cuestión de acostumbrarse y de modificar un poco los hábitos.
Pasada la primera noche de prohibición en bares y discotecas, el vermut del mediodía confirmó ayer que la Ley, de momento, se está cumpliendo en la hostelería y pronto será habitual ver corrillos de fumadores en el exterior de los establecimientos.
Quienes sí se han hecho notar y, de hecho, ya llevaban haciéndolo semanas antes, han sido muchos hosteleros de la capital, no todos, que han colgado carteles dentro o fuera de bares y restaurantes a favor de la salud de los trabajadores del sector, de la protección de los menores y de los derechos de los no fumadores pero también en contra de la prohibición total.
Desde la Agrupación Industrial Hosteleros Segovianos (AIHS), su gerente, Javier García Crespo, insiste en que la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo, que modifica la normativa anterior, del año 2006, perjudica al sector de hostelería en un momento crítico, por la crisis económica, y recuerda que podría suponer un descenso medio de ingresos en torno al 10%, según las cifras que manea FEHR (Federación Española de Hostelería).
García Crespo, que habla de precipitación y de falta de lógica a la hora de poner en vigor la Ley, indica, por ejemplo, que hubiera sido menos traumático esperar al próximo verano, porque el buen tiempo invita más a permanecer a la intemperie.
Mientras tanto, desde AIHS se ha realizado un rápido reparto de carteles a alrededor de mil asociados y, junto a la Federación de Hostelería de Castilla y León, sus responsables están pendientes de ver de qué manera se resuelve en la Comunidad Autónoma la autoridad a la que pueden acudir para que los clientes cumplan la ley sin que los hosteleros se enfrenten a sanciones de hasta 10.000 euros.
Precisamente, desde la Junta de Castilla y León, su portavoz, José Antonio de Santiago-Juárez, aseguraba el día 30 de diciembre que el Gobierno autonómico “velará por el cumplimiento de la ley con la puesta en marcha de las correspondientes inspecciones en establecimientos públicos”. De hecho, en una nota de prensa, la Consejería de Sanidad informaba de que entre enero y septiembre de este año había realizado 201 inspecciones en la provincia relacionadas con el cumplimiento de la anterior normativa antitabaco con el resultado de ocho expedientes abiertos y tres sanciones incoadas.
Mientras tanto, ayer había muchos no fumadores que decían estar “de acuerdo”, y hasta“felices”, con las medidas restrictivas, aunque tampoco entre este grupo de ciudadanos había una opinión única. La presidenta de la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios ‘María del Salto’, Mercedes Herrero, se encuentra entre un grupo nada desdeñable que piensa que las prohibiciones totales “no son buenas en sí” e indica que la habilitación de lugares para fumadores hubiera sido posible.
