Hay elementos muy importantes en el éxito de un deportista, como son sus cualidades innatas, su entrenamiento, su nutrición, el estado emocional y el descanso.
Para que nuestro organismo funcione al cien por cien, necesitamos un equilibrio en nutrientes.
Los hidratos de carbono son nuestra gasolina, nuestro combustible instantáneo.
Hay dos tipos de índice glucémico, alto como es la pasta, patata, zanahoria, pan, arroz blanco…y medio bajo como son las frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales, arroz integral, pasta y arroz al dente.
La grasa es nuestra gasolina a largo plazo. Nos encontramos con dos tipos de ácidos grasos: los saturados son grasas de origen animal y los insaturados son esenciales para nuestro organismo, como son los Omega 3 que los encontramos en los pescados sobre todo los azules y los Omega 6: son las grasa de origen vegetal, las encontramos en los aceites y también en frutos secos y aguacate.
Durante el entrenamiento vamos a utilizar los carbohidratos y grasa, trabajamos el músculo y perdemos agua y sales minerales a través de la sudoración y la orina.
Para repararnos y recuperarnos debemos aprovechar la ‘Ventana Metabólica’ que son los 30 minutos después de hacer ejercicio. La manera más eficaz es llenar otra vez nuestros depósitos de energía tomando carbohidratos y para reparar nuestro músculo tomar proteína.
La función de las proteínas es estructural: nos ayudan a la formación y recuperación del músculo, a la contracción muscular, a la formación y transporte de hormonas y están implicadas en la defensa inmunitaria del organismo. Hay dos tipos de proteína, las animales y las vegetales.
Las vitaminas y minerales, ayudan a reducir el tiempo de recuperación proporcionando medios al cuerpo para combatir los daños producidos por los radicales libres.
La deficiencia puede provocar, debilidad muscular, fatiga física, calambres, deterioro de la coordinación motora, diarreas, alteración de la función inmunitaria, anemia…
Una buena hidratación mejora el rendimiento cardiovascular, el trabajo muscular y optimiza el rendimiento. Hay que hidratarse a lo largo de todo el día. Al sudar también perdemos sales minerales, y por eso es muy importante complementar el agua con electrolitos: cloro, sodio, potasio y carbohidratos.