Los vecinos del casco histórico llevan tiempo reclamando mejoras en el barrio centradas en los propios vecinos que viven en él y no tanto en el turismo. De hecho, desde la asociación AVRAS lanzaron hace unos días un “SOS Barrio, porque estamos asistiendo a una paulatina muerte anunciada del casco histórico”, según lamentó el responsable vecinal, Pedro Montarelo.
En el mismo sentido, los vecinos de la travesía del Mal Consejo han recogido alrededor de 60 firmas para pedir al Ayuntamiento el arreglo de esta calle. Reconocen en su petición —registrada ya en el Ayuntamiento a la atención de la alcaldesa y el resto de la corporación municipal—, que en esta calle “viven exactamente cuatro familias, un porcentaje exiguo comparado con el total de la ciudad, pero superpoblado y respetable para el conjunto del Casco Antiguo”.
“Son muchos los intentos de acercamiento hacia el Área de Urbanismo para plantear el problema. El problema es que se hicieron de buena voluntad pero sin constancia escrita. En una entrevista en la que se planteó a los técnicos el estado lamentable de la calle se nos contestó: «¡Ufff, arreglar esa calle ( 70 metros) cuesta más de 80.00 euros: tuberías nuevas, desagües, etcétera». Y nuestra pregunta es: ¿Es que el Ayuntamiento no conserva los planos de las obras que ejecuta? Porque creemos recordar que los desagües se cambiaron hace unos años y las acometidas de agua limpia están para poder elegir: por la propia calle o por el talud (tubería costeada por los vecinos)”, aseguran los promotores de la recogida de firmas.
Por ello quieren denunciar públicamente el estado actual de la calle, con el emborrillado totalmente levantado y mucha arena suelta. “El estado actual de la calle impide que cualquier vecino de los residentes en la travesía y, especialmente, de los transeúntes de los bloques del Taray que por ella circulan a diario puedan hacerlo con mínima facilidad. El problema se agrava para cualquiera que pretenda desplazar el carro de la compra o el cochecito de bebé, caminar con muletas o simplemente a pie en compañía de sus achaques”, lamentan.
