Comienza la campaña de vacunación frente a la gripe con más grupos de población destinataria, incluyendo a las personas celíacas, y la incorporación de una vacuna tetravalente, que multiplica la protección ante el virus de la influenza.
Los segovianos tienen a su disposición este otoño 38.000 dosis que pueden recibir de manera gratuita desde el martes, día 23 de octubre, hasta el 14 de diciembre.
La Junta de Castilla y León ha adquirido 660.000 dosis con las que atender la campaña en toda la región, de las que 450.000 corresponden a unidades adyuvadas (con inmunogenicidad reforzada para las personas de 65 años y mayores) y 210.000, a las tetravalentes destinadas a los grupos de riesgo de entre seis meses y 59 años y a todas las personas que tienen entre 60 y 64 años. En total, la Consejería de Sanidad ha destinado 3.193.944 euros al suministro vacunal, de los que 2.012.400 corresponden a las primeras y 1.181.544 euros, a las segundas.
Con la incorporación de la vacuna tetravalente, con cuatro cepas gripales, la Administración sanitaria pretende cubrir todas las posibilidades de circulación del virus B de la gripe (linajes B-Victoria y B-Yamagata) entre la población de hasta 64 años, sin olvidar hacer frente al virus tipo A (H1N1 y H3N2).
En estos momentos, los centros de salud de la provincia de Segovia cuentan ya en sus consultas con cerca de 17.000 vacunas (11.512 adyuvadas y 5.400 tetravalentes) para empezar la campaña. En los próximos días recibirá un segundo lote, que sumado a los inyectables que guarda directamente el Servicio Territorial de Sanidad para residencias de ancianos, hospitales y centros de trabajo dan las 38.000 —26.000 y 12.000— asignadas a Segovia.
Sanidad ofrece la vacunación antigripal de forma universal, voluntaria y gratuita a las personas a las que está recomendada, bien para prevenir complicaciones graves —que en algunos casos pueden llegar a ser mortales— en su estado de salud y en las dolencias de base previas, o bien para evitar que puedan contagiarse por el consecuente peligro de transmisión a otros grupos poblacionales, con el perjuicio social por bajas laborales o por el riesgo de su actividad que podría ocasionarse.
La acción defensiva ante la posible aparición de la gripe va dirigida, principalmente, a las personas mayores de 60 años, a los enfermos crónicos, a las mujeres embarazadas y a los profesionales que en el ejercicio de su trabajos puedan ser trasmisores de los virus, como médicos, enfermeras, maestros, cuidadores de ancianos, conductores de ambulancia, bomberos o policías.
Cita previa
El acceso a la vacunación frente a la gripe se realiza a través del centro de salud o consultorio local, bien solicitándolo presencialmente o por medio de la cita previa telefónica y multicanal habilitada para ello mediante una opción específica.
Los pacientes hospitalizados podrán ser vacunados durante su estancia en los hospitales y si se trata de personas institucionalizadas en centros de atención a personas mayores o de asistidos, la vacunación se realizará por medio de los profesionales de Atención Primaria de Sacyl en colaboración con el personal de esos centros.
En todo caso, Sanidad pide a los ciudadanos que las peticiones de vacunación y el acceso a la vacuna se realice de forma escalonada a lo largo de las ocho semanas de duración de la campaña, favoreciendo así un uso racional y adecuado de los servicios asistenciales sanitarios.
En relación con los profesionales y trabajadores de la sanidad, el consejero Antonio María Sáez Aguado señaló ayer, en Valladolid, que se hace especial hincapié para su vacunación, no sólo por su protección “personal” sino también por un “compromiso ético” con los pacientes a los que atienden, ya que pueden ser transmisores del virus.
Para ello, la Consejería, junto a cinco organizaciones sindicales representadas en la Mesa Sectorial de la Sanidad —CSIF, CEMS, UGT, SAE y CCOO— y diez colegios profesionales sanitarios hacen un llamamiento a los profesionales y trabajadores del ámbito socio-sanitarios para que participen activamente en la vacunación. Asimismo, la Junta desarrollará una campaña de vacunación específica dirigida a los empleados de la Administración autonómica.
El jefe del Servicio Territorial de Sanidad, César Montarelo, recuerda que en la última campaña, se vacunaron en la provincia 32.631 personas (339 personas más que en la anterior), con una tasa de cobertura de 21,01%.
Sanidad aconseja a los ciudadanos que pidan y accedan a la vacuna de forma gradual
Los celíacos entran en el grupo de los protegidos
Las personas que tienen la enfermedad celíaca, —pacientes que no toleran la proteína del gluten, que se encuentra en los cereales — han entrado a formar parte de la población diana para la que está recomendada la vacuna antigripal. Y es que uno de los cambios de la presente campaña de vacunación es que la Junta ha incorporado a nuevos pacientes al grupo de riesgo sanitario, siguiendo las recomendaciones de la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud.
La lista de destinatarios de la vacuna que hoy empieza a administrarse incluye a quienes padecen enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico; hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples; fístula de líquido cefalorraquídeo; enfermedad inflamatoria crónica y personas de cualquier edad institucionalizadas de forma crónica, además de las ya citadas con la enfermedad digestiva celíaca.
Estos pacientes se suman a los grupos de población que con carácter general tienen recomendada la vacunación frente a la gripe y que se concreta en personas adultas y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas; personas con discapacidad o déficit cognitivo; niños y adolescentes, de entre seis y 18 años, que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico; personas con obesidad mórbida; y mujeres embarazadas, en cualquier momento del embarazo.
También tienen recomendado vacunarse las personas que residan en instituciones cerradas; trabajadores sanitarios; personas que puedan transmitir la gripe a pacientes de riesgo como empleados de centros asistenciales de mayores, trabajadores sociales de similar dedicación -atención a crónicos- y cuidadores y convivientes con personas de riesgo; así como personal de servicios esenciales para la Comunidad; trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con el medio ambiente y personal educativo, especialmente de guarderías y de centros de Educación Infantil.
