El Fondo Monetario Internacional (FMI) le pidió ayer a Atenas una rápida y enérgica aplicación del programa de ajuste, tras aprobar el desembolso para el país de 3.200 millones de euros como parte del paquete de rescate conjunto con la Unión Europea (UE).
«La viabilidad de la deuda griega depende de la implementación vigorosa y puntual del programa de ajuste, sin margen para patinazos y el apoyo continuo de los socios europeos y la participación del sector privado», señaló en un comunicado la nueva directora gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde.
La ex ministra de Finanzas gala aseguró el pasado miércoles, en su primera rueda de prensa como responsable del Fondo, que la crisis de deuda soberana de la zona euro es su principal prioridad.
El monto aprobado, parte del rescate conjunto con Europa de 110.000 millones de euros acordado en mayo de 2010, llega después de que la zona euro liberase a principios de mes un paquete de ayuda de 12.000 millones de euros para asistir a Grecia.
En ese tramo, 3.200 millones correspondían al FMI. Tras este último desembolso, la institución habrá inyectado 17.400 millones en el país.
El organismo, que publicó ayer su análisis de la economía helena como parte del acuerdo crediticio de tres años con la nación, indicó que la situación mejora «gradualmente» y pronosticó que Grecia regresará a la senda del crecimiento en el primer semestre de 2012.
