La intensa lluvia registrada el sábado en toda la provincia, dio ayer una pequeña tregua en la clausura de la Feria de El Ángel, que registró una afluencia masiva de visitantes, sobre todo al final de la mañana y durante toda la tarde, con el espectáculo ecuestre. Las condiciones climatológicas no impidieron que Fuentepelayo fuera durante el fin de semana el referente del sector agrícola y ganadero en toda la provincia.
La muestra ha sabido combinar un año más la vanguardia en la maquinaria agrícola, con la tradición de otros sectores como el alimenticio, cada vez con un mayor auge, que vuelve a la elaboración artesanal. La feria tiene una superficie de 20.000 metros cuadrados, de los que 3.000 son cubiertos. El acceso al recinto ferial estaba ocupado por una larga fila de tractores y demás máquinas agrícolas, con los últimos avances en cuanto a tecnología, así como en lo que se refiere a comodidad para el profesional del campo. Al mediodía se veía a posibles compradores negociando con los empresarios en corrillos, la compra de una cosechadora, por ejemplo. De hecho, la mayoría de las casas comerciales que vienen a Fuentepelayo saben que esta feria es el primer contacto para futuras compras, que en muchos casos son una realidad. Por eso, la demanda para ocupar un espacio en la Feria de El Ángel crece cada año, y son muchas empresas las que se quedan fuera por falta de espacio.
Ya en el polideportivo, a cuebierto, eran miles las personas que ayer se paseaban por los expositores, sobre todo de empresas dedicadas a los sectores porcino y avícola, junto a otros puestos de venta de ropa, artesanía, telefonía móvil, electrodomésticos, etc. Además del espacio exterior y el pabellón polideportivo, la Feria de El Ángel cuenta con el recinto de La Panera, donde se ubican las empresas agroalimentarias, con productos de alta calidad de casi todas las comunidades españolas. Los resultados de estos artesanos de la alimentación son muy buenas en Fuentepelayo, ya que tienen la experiencia de la feria agroalimentaria que la localidad acoge el mes de noviembre, y a la que también se acercan miles de visitantes.
En esta trigésima edición han sido más de doscientos los expositores que se han reunido en Fuentepelayo, para vender lo último de los sectores de maquinaria agrícola y ganadera, industrial, ferreterías, carpintería, decoración, artesanía y agroalimentación. Las empresas procedían de casi todas las comunidades autonómas: Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Galicia, La Rioja, Madrid, Navarra y Castilla y León.
Los resultados económicos de la Feria de El Ángel son aceptables, teniendo en cuenta la complicada situación actual que se vive por la crisis. Prueba de su éxito es que casi el ochenta por ciento de los expositores repiten cada año, y muchos se quedan fuera.
La mayoría de los expositores participantes son empresas pequeñas y medianas, que gracias a esta muestra se promocionan, abren nuevos mercados, refuerzan el contacto con los clientes habituales y generan un nuevo público objetivo de sus productos o servicios.
Tras el balance de la trigésima edición de la Feria de El Ángel, que el Ayuntamiento realizará esta semaba, comienza ya la preparación de la próxima convocatoria, que convierte a Fuentepelayo en el mejor escaparate para el sector agrícola y ganadero, fundamental en la provincia.
