Señora directora:
Nos gustaría en primer lugar, con estas palabras, agradecer su esfuerzo y su cariño a las personas que en APADEFIM han cuidado y ayudado a nuestra hija Arancha, en concreto a los cuidador@s, conductor@s, personal de servicios, fisioterapeuta, personal administrativo, psicóloga y coordinadora del centro PGNA (personas con grandes necesidades de apoyo).
A todos ellos les decimos que no hemos dudado nunca de su profesionalidad ni de su capacidad para cuidar y ayudar, no sólo a nuestra hija, sino a todas las personas que allí se encuentran, ángeles como Arancha.
Por eso GRACIAS, Arancha, mi ángel sin alas, desde donde esté, os lo sabrá agradecer.
Pero quisiéramos transmitir nuestra preocupación por la falta de sensibilidad y empatía del personal de enfermería, trabajadora social, dirección y delegado de APADEFIM con nosotros, que en muchos momentos hemos expresado nuestra preocupación por la situación y los problemas que iban apareciendo en nuestra hija. Sólo pretendíamos ayudarla pero, sinceramente, no nos lo habéis permitido.
Ya no sirve de nada echarlo en cara, Arancha nos dejó el pasado día 7 de octubre, pero sí que nos gustaría que lo que nosotros hemos vivido no lo tenga que vivir ninguna otra familia.
Sería necesario que tratarais de ver si vuestra actuación, realmente, ha sido la correcta o por el contrario necesitaríais cambiar de actitud, escuchar más a los padres, empatizar con ellos y permitir que colaboren.
Es sorprendente que utilicéis voluntarios para llevar a estas personas de vacaciones, darles de comer o realizar actividades y no permitáis que unos padres que se ofrecen a ayudar, por el bien de su hija, no puedan hacerlo, más cuando esa ayuda no habría significado ninguna carga económica, organizativa ni de ningún tipo.
APADEFIM nació como una asociación de padres, en la que estos jugaban un papel muy importante. Hoy APADEFIM, Fundación Personas, es una empresa de servicios y los padres han perdido su función. Es una pena.
Ojala podamos contribuir con estas palabras a que la situación mejore. Creemos que las personas que allí viven, no por propia voluntad, se lo merecen.
Un saludo.