El Gobierno reiteró ayer a los partidos independentistas que no puede influir en el proceso judicial abierto contra los responsables del ‘procés’ y confió en que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que presentará el Ejecutivo a finales de noviembre o principios de año tenga la fuerza necesaria por sí mismo como para atraer el apoyo de estas formaciones.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, recordó a “las autoridades legítimas de Cataluña” que lo son precisamente porque representan a un Estado de Derecho donde rige la separación de poderes y en el que, por tanto, la Fiscalía actúa bajo principios de “autonomía e imparcialidad”.
“Seguimos convencidos de que el presupuesto tiene fuerza intrínseca suficiente como para poder salir adelante”, incidió la portavoz, para quien “pesa mucho más la Cataluña inteligente, cultivada y cosmopolita” que quiere permanecer dentro de España que “algunas declaraciones retóricas” que se escuchan últimamente.
Tanto el PDeCat como ERC ya han vinculado su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para 2019 a que el Gobierno tenga gestos con los dirigentes independentistas encausados por su papel en el ‘procés’.
De otra parte, el Gobierno lamentó que una “anécdota” como la protagonizada por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, en el besamanos de la recepción que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real este pasado 12 de Octubre, día de la Fiesta Nacional, haya sido “elevada a categoría por muchos”.
Así se manifestó Celaá, en relación con el malentendido que se produjo cuando Sánchez y Gómez se colocaron junto a los Reyes en el inicio de esa línea de saludos durante unos segundos, antes de que los servicios de protocolo de Zarzuela les indicaran que debían abandonar la sala.
La imagen grabada por los periodistas gráficos daba a entender que el presidente y su esposa pretendían saludar al resto de los invitados junto a los Reyes, si bien tanto el propio Sánchez como la Casa del Rey explicaron que el presidente y su esposa se limitaron a seguir las instrucciones que los servicios de protocolo de Zarzuela les habían dado.
“El presidente y su esposa siguieron escrupulosamente las indicaciones recibidas por la propia Casa Real”, reiteró Celaá, que no pudo confirmar que el objetivo que se buscara fuera hacer una foto de los representantes de los tres poderes del Estado arropando al Rey justo un día después de que el Parlament aprobase una resolución reprobando su actuación por el discurso del 3 de octubre de 2017.
Abucheos a sánchez
“No sé si se quería buscar o no”, admitió Celaá preguntada por algunas versiones publicadas en los medios de comunicación que apuntan en este sentido.
En cualquier caso, la portavoz del Gobierno juzgó que una foto de los tres poderes del Estado junto a los Reyes en un 12 de octubre es “siempre bienvenida”, y en esta ocasión en particular, justo un día después de la resolución del Parlament, también hubiese sido “adecuada”, dado que esa resolución de la Cámara catalana fue “muy mal recibida” por el Gobierno.
Pero “no es ésa la explicación” dada por la Casa del Rey sobre el malentendido en la línea de saludos, recordó Celaá, sino que se trató de “una cuestión de mero trámite dentro de la fila para que el presidente y su esposa permanecieran con el Rey hasta que la fila se reanudara”.
Finalmente, a la portavoz del Ejecutivo también se le cuestionó por los abucheos que recibió el presidente por parte del público asistente al desfile militar del 12 de octubre. Celaá indicó que el Gobierno enmarca estas manifestaciones en la “libertad de expresión”, pero señaló que “los insultos deberían estar fuera de toda crítica política”, además de apuntar que en ocasiones este tipo de abucheos “no son muy espontáneos”.
