Los pacientes pueden acudir a cualquier farmacia segoviana y recibir sus medicamentos con receta electrónica. El proceso de implantación del nuevo sistema de dispensación de medicamentos ha entrado en el mes de abril en las farmacias de la capital y con ellas se ha cerrado el despliegue por la red provincial, integrada por cien farmacias y quince botiquines.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Segovia, Francisco Javier Alcaraz García de la Barrera confirmó ayer la cobertura alcanzada asegurando que “la receta electrónica ya está en todas las farmacias de la provincia de Segovia”. Tanto las de la capital como las del medio rural, donde comenzó a extenderse el sistema “sin papeles” el pasado mes de noviembre, están conectadas a la red informática que permite cumplir las prescripciones del médico pasando por un lector de datos la tarjeta sanitaria del paciente.
“Toda la parte de farmacia está preparada”, remarca Javier Alcaraz recordando que previamente los despachos han sido automatizados y conectados y los profesionales formados específicamente para manejar este nuevo sistema que se desarrolla con la directa implicación de los médicos.
De hecho, la implantación se ha ido haciendo de forma simultánea en las consultas de los médicos y en los despachos de farmacia, por zonas de salud y de forma escalonada. Solo en la capital se ha variado, y los farmacéuticos se han adelantado unos días a los médicos de los centros de salud. El movimiento se impulsó a raíz de que el día 6 de abril se comenzará a utilizar el nuevo modelo de prescripción de medicamentos en el centro Segovia Rural, que atiende a poblaciones próximas a la capital y cuyos vecinos acuden con frecuencia a la ciudad a hacer sus compras.
La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León ha confirmado que el próximo jueves día 14 de abril entrará en funcionamiento en las consultas del centro de salud Segovia I, situado en la calle Santo Tomás; el miércoles 20 de abril en el centro Segovia II, sito en la calle del Parque; y por último, el miércoles día 27 de abril, en el centro Segovia III de la avenida Vía Roma.
El nuevo servicio que irá sustituyendo a la receta de papel con el manejo de la tarjeta sanitaria está siendo puesto en funcionamiento por la Consejería de Sanidad y el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos. Los responsables sanitarios recuerdan que su incorporación es gradual, de forma que no todos los médicos a la misma vez y con todos los pacientes de un centro de salud empiezan a dar receta electrónica, ya que tienen que ir introduciendo en el sistema a los “nuevos pacientes electrónicos”. Los distintos colectivos profesionales implicados y fuentes institucionales han destacado el intenso trabajo que realizan los médicos, encargados de hacer un exhaustivo “volcado” de datos sobre pacientes y medicación antes de poner en funcionamiento el sistema informático. De hecho algunos profesionales sanitarios están encontrando problemas para emitir estas recetas en los consultorios rurales por carecer de conexión informática y se está intentando usar “tecnología inalámbrica”, según traslada Javier Alcaraz.
La Consejería de Sanidad ha remarcado que los pacientes que antes y más se van a beneficiar del nuevo servicio son los que tienen medicación crónica. Estos pacientes que tienen tratamientos de larga duración, cuando su médico así se lo comunique, podrán acudir a la farmacia a recoger los medicamentos sin tener que ir antes al centro de salud a por recetas como hacían habitualmente.
Además, en el caso de los pensionistas, se aplica de forma inmediata el límite de aportación que tienen asignado ellos y sus beneficiarios. Esto significa que cuando lleguen al límite mensual de pago que les corresponda, ya no tendrán que pagar más dinero y no tendrán que devolvérselo.
El nuevo sistema de prescripción y dispensación persigue entre otros objetivos que los ciudadanos puedan disponer con mayor facilidad, accesibilidad y seguridad de los medicamentos y productos sanitarios que estén prescritos por los médicos de Sacyl, según indica la Junta de Castilla y León.
El programa se estrenó el pasado 12 de noviembre en la zona básica de salud de El Espinar y ya funciona a un ritmo ascendente, además de en la zona de inicio, en Riaza, Sepúlveda, Cantalejo, Nava de la Asunción, Sacramenia, Cuéllar, Fuentesaúco, Villacastín, Carbonero el Mayor, San Ildefonso, La Sierra y en Segovia Rural.
El último balance cerrado por el Colegio de Farmacéuticos indica que al terminar el mes de marzo se había dispensado cerca de cien mil recetas electrónicas en la provincia de Segovia, un indicador muy positivo sobre el trabajo que médicos y farmacéuticos están haciendo, en opinión de Javier Alcaraz. En poco más de tres meses reales, descontando el parón de los periodos de vacaciones, había 10.450 pacientes incluidos en el nuevo programa, 62 farmacias y 11 botiquines operando en la red y se hicieron 91.148 dispensaciones con receta electrónica.
El ritmo de incorporación de pacientes a la red depende de las zonas. En las localidades con menor población se alcanzan antes las coberturas más elevadas, en torno al 70 por ciento, mientras que el proceso es más gradual en las zonas con mayor número de vecinos y usuarios de los servicios.
En la zona de Cuéllar el incremento de dispensaciones sube mes a mes un diez por ciento y ya se acerca al 50%. “Ya se empiezan a notar los efectos del sistema y la gente nos dice que hay menos pacientes esperando en las consultas porque se evitan ir continuamente a recoger las recetas de papel”, comenta el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Segovia, que se muestra satisfecho con el proceso aplicado.
Alcaraz asegura que solo se han detectado problemas puntuales con las conexiones informáticas que unen las comunicaciones de Sacyl y de los farmacéuticos. “Hay días y horas que va más despacio pero no hemos tenido una caída de la red”. Las principales interferencias se han producido con lectores que tenían problemas para interpretar los datos de tarjetas sanitarias con bandas magnéticas deterioradas por el uso. Para no dejar que el paciente se quede sin sus medicinas, cuando su tarjeta da problemas de lectura, los farmacéuticos pueden recurrir a introducir manualmente en su ordenador unos códigos identificativos que aparecen en la hoja de prescripción del médico y registrar al usuario en el canal de la receta electrónica.