La parroquia de Marazuela, tras varios meses de trabajo en el taller de la restauradora Ainhoa Muñoz, ha recuperado la talla del Cristo del Humilladero, que data del siglo XIV. Ha sido necesaria la retirada de tres capas diferentes de pintura, hasta llegar a la original. Así se ha conseguido sustraer la belleza de un Cristo crucificado, pero vivo, con el que el autor seguramente quiso en su día transmitir el dolor de la pasión de Cristo y a la vez mucha serenidad.
También se han consolidado algunos elementos de la talla, como un brazo, algunos dedos de los pies, y la misma cruz que sujeta la talla y la corona. Esta imagen se ha procesionado durante siglos, en la festividad del Cristo del Humilladero, hasta la ermita que lleva su nombre.
La restauración ha sido costeada íntegramente gracias a los donativos del pueblo.
