Los segovianos se volcaron, una vez más, con Apadefim Fundación Personas en el día de la celebración de su 37 Marcha Popular.
Con “más de 2.000 personas inscritas”, según informó el presidente de la asociación Máximo Viloria en declaraciones a este medio, la edición celebrada en la jornada de ayer volvió a ser un éxito. Momentos antes de que la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, y el máximo representante de la asociación dieran por inaugurada la marcha con el tradicional corte de la cinta, Viloria aseguró que esta, “es una marcha inclusiva, a través de la que nos queremos hacer ver y lo estamos consiguiendo. Hoy es un día en el que todos los que, de alguna forma, pertenecemos al mundo de la discapacidad intelectual, percibimos y tenemos la sensación del apoyo, la solidaridad y, sobre todo, el gran cariño que nos dan los segovianos”.
Y no dudó en añadir, a título personal, que piensa “que los segovianos son muy solidarios y estoy muy agradecido. Esta es una de las últimas marchas programadas del año y probablemente la gente ya está cansada pero aquí hay más de 2.000 personas”, sentenció.
Luquero, por su parte, destacó que los segovianos salgan a la calle para compartir un buen rato de ejercicio físico y, sobre todo, para apoyar “a Apadefim Fundación Personas en la extraordinaria labor social que desarrollan”.
Diferentes maneras de vivir la marcha
Padres y abuelos empujando carritos de bebés, parejas paseando a sus perros, algunos en bicicleta o familias enteras que no dudan en acudir, un año más, en tan solidario evento como es la marcha de Apadefim. Son muchas y muy distintas las maneras en las que los participantes deciden vivir el paseo de 9,3 kilómetros programado para la jornada de ayer.
A pesar de las bajas temperaturas con las que amaneció la ciudad (7ºC), los marchistas realizaron el recorrido completo (Plaza del Azoguejo, Avda. del Acueducto, Paseo Ezquiel González, Paseo Conde Sepúlveda, Avda. Obispo Quesada, Calle Doctor Tapias, Carretera de San Rafael, Avda. de la Constitución, Avda. Gerardo Diego, Avda. Juan de Borbón, IES La Albuera, Calle San Gabriel, Avda. Vía Roma, Riberas del Eresma) hasta llegar a la Alameda de la Fuencisla, donde se encontraba la meta. Laura García, participante de la marcha, reconoció que una de las partes más duras fue “la subida desde la rotonda del pastor hasta el restaurante El Pórtico”.
La Policía Municipal de Segovia fue la encargada de realizar cortes temporales en las distintas calles y avenidas por las que transcurría el evento deportivo, a la par que solidario, que no supusieron grandes impedimentos al tráfico rodado de la ciudad.
Desde la organización, situaron un punto de control en el instituto de La Albuera equipado con botellas de agua para aliviar el cansancio de los marchistas y, por último, en la Alameda de la Fuencisla, un gran camión donde se repartieron bocadillos, fruta y bebida. “Los familiares y trabajadores de Apadefim somos los que nos encargamos de preparar los bocadillos. Llevamos aquí desde las siete de la mañana pero compensa porque luego la gente es muy agradecida”, señaló Concepción Adeva, hermana de un integrante de la asociación.
Alrededor de una hora y cuarto tardaron los participantes más rápidos en sellar su tarjeta que certifica la realización completa de la marcha. Poco a poco fueron llegando el resto de implicados en el evento que no dudaron en pasar un buen rato en la Alameda buscando siempre unos rayos de sol ya que la temperatura continuaba siendo bastante baja y disfrutando de la recompensa alimenticia que recibieron.
La edición número 37 de la Marcha de Apadefim no defraudó. Los integrantes de la asociación finalizaron orgullosos la marcha y, según contó, Raquel Díaz, una de ellas, no estaban “cansados porque realizan su actividad con mucho gusto”. Viloria aseguró que habían cumplido sus expectativas con creces e invitó a los segovianos a participar en la siguiente edición. La población de Segovia tiene esta fecha marcada en el calendario año tras año y, poco a poco, se está consagrando como tradición en la capital.
